Los pulsioxímetros permiten medir de forma rápida y no invasiva los niveles de oxígeno en sangre y la frecuencia cardíaca, algo que resulta especialmente relevante para personas con patologías respiratorias o cardiovasculares, o con riesgo de descompensación, ya que facilita una intervención temprana y mejora la prevención en la atención domiciliaria o residencial.

También se contará con cuatro nuevos tensiómetros para monitorear de manera más precisa y constante la presión arterial de sus usuarios, permitiendo una mejor gestión de la salud cardiovascular. El año pasado ya se recibió una donación de 10 tensiómetros.

Faema formará a las personas usuarias y a sus profesionales de apoyos en el uso de los pulsioxímetros y tensiómetros "fomentando así su autonomía y su participación activa en el cuidado de su salud”, según se ha destacado desde la entidad.