El autor, natural de Riocabado y residente en la capital, explica que esta historia es su primer contacto con la escritura, “Es lo primero que escribo”, afirma. “Siempre me ha gustado leer y a veces te preguntas si serías capaz de escribir algo”, ha comentado con motivo de su presentación en la Biblioteca Pública.

El vínculo con la ciudad fue determinante desde el primer momento. “He nacido en Ávila, vivo en Ávila… Es una ciudad que me gusta mucho”, explica. Aunque su familia procede de Riocabado, un pueblo de La Moraña, el autor reconoce que sentía la necesidad de ambientar la historia en un lugar tan cercano a él.

La trama arranca con un secuestro al finalizar el Viacrucis de Semana Santa. “La novela va sobre un secuestro que se produce en Ávila”, resume. A partir de ahí, el relato alterna la perspectiva de la policía con la de la víctima, que “al principio sufre un shock, pero va creciendo mentalmente para gestionar la situación”.

Referencias reales

En sus páginas aparecen múltiples referencias reales, “se describen calles, parajes y sitios conocidos de Ávila y sus alrededores, como la zona del río Adaja”.

Para Fernández Sáez, escribir esta novela ha sido un desafío personal, “ya tengo una edad y nunca había hecho algo así”. Pese a las dificultades, asegura que ha sido “una experiencia bonita, aunque sacrificada”.

Aunque tenía claras las líneas generales del argumento, muchos elementos fueron surgiendo sobre la marcha. “Vas cambiando cosas según crees que quedan mejor”, dice.

Publicar el libro le ha supuesto una gran satisfacción. “Hay momentos en los que dudas si algún día va a ver la luz”, confiesa. “Pero cuando lo tienes en las manos, sientes satisfacción”. Y ya piensa en seguir escribiendo, “esto es un hobby, y como tal me gustaría continuarlo".