“En marzo hubo 120 accidentes que, comparados con el año pasado, se mantiene en la misma cifra, 120, y hay que únicamente dos han sido graves”, ha precisado. En cuanto al acumulado trimestral, la cifra alcanza los 362 accidentes con baja, lo que representa una reducción del 8% respecto al mismo periodo de 2024.

El análisis por sectores revela que el ámbito de los servicios, donde hay más trabajadores, sigue siendo el más afectado. “Siempre el sector servicios es el que más afectado por siniestralidad, pero hay una bajada importante, en torno al 20%, manteniéndose en construcción y con una ligera subida en industria y en agricultura”, ha explicado Rubio.

A pesar de que los accidentes son variados, la responsable territorial ha subrayado que la mayoría son de carácter leve. “Lo importante es que son leves, los graves son menos y esperamos no tener mortales” siendo los de carácter grave en el sector servicios.

La responsable de la Oficina Territorial de Trabajo ha realizado estas declaraciones en una jornada técnica sobre los riesgos derivados de la exposición a la sílice cristalina. El encuentro ha reunido a representantes de empresas, delegados de prevención y técnicos de seguridad con el objetivo de reforzar la cultura preventiva en entornos laborales expuestos a sustancias peligrosas como el polvo de sílice, especialmente presente en los sectores de la construcción y la cantería.

Enemigo invisible
La jornada ha puesto el foco en los efectos de la sílice cristalina respirable, una sustancia presente en muchos entornos laborales, especialmente en construcción, minería o fabricación de materiales, que puede generar silicosis, una enfermedad pulmonar irreversible causada por la inhalación prolongada de polvo de sílice.

El delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, ha recalcado la importancia de este tipo de iniciativas para reforzar la prevención. “El objetivo es minimizar la siniestralidad laboral y contrarrestar los posibles efectos nocivos, muy perjudiciales para la salud, que puede tener el trabajo con estos materiales”, ha explicado.
Hernández ha recordado que se trata de una sustancia “invisible, imperceptible para los sentidos, pero que, sin embargo, debe ser manejada con todas las garantías de seguridad y con equipos de protección adecuados”.

“El trabajo de la Oficina Territorial de Trabajo es una labor callada, muy importante, una labor que salva vidas y que se hace siempre en paralelo al diálogo social, con las empresas, sindicatos, delegados de prevención, y con una perspectiva muy práctica”, ha valorado Hernández, quien ha destacado también “la gran acogida que tienen estas jornadas en la sociedad abulense”.