La cita ha arrancado al mediodía del sábado desde la iglesia de San Juan Bautista, tras la misa de juventud oficiadas por el director espiritual de la hermandad y párroco. Miguel Ángel Rosillo. Este año, el recorrido por el casco histórico ha llegado a la plaza de la Catedral pasando por la calle de la Cruz Vieja.

La procesión está dirigida a niños y jóvenes de entre 3 y 18 años organizados en cuadrillas de 12 braceros encargados de portar el paso de la Cruz de Mayo, una pequeña imagen que simboliza la devoción juvenil. “El año pasado ya tuvo mucho éxito y así participan y viven desde dentro lo que es una hermandad”, ha explicado el presidente de la Hermandad de la Esperanza, Sergio Fernández.

En esta edición, cerca de 50 jóvenes se habían inscrito con la intención de llevar el paso, aunque solo 12 lo han portado. La comitiva ha contado con 80 personas incluyendo representantes de otras hermandades de la ciudad como Medinaceli y La Estrella, según el capataz del paso, Luis Plaza Garcia.

“Se encargan ellos de todo: del montaje del paso, de llevarlo, de las velas y del cortejo, un modo de enseñarles desde bien pequeños el significado y el sentido de las cofradías y de las hermandades”, ha explicado Fernández. La Agrupación Musical Santa María de la Esperanza, de Salamanca, ha sido la encargada de acompañar musicalmente la procesión.

“Ávila -ha añadido el presidente- está viva en las cofradías y eso se demuestra con su juventud, que cuenta con gran cantidad de gente y promete un futuro esperanzador para las hermandades de nuestra ciudad”.