Con esta nueva gira, el artista se adentra en músicas y culturas ajenas a su tradición, en una apuesta por lo mestizo que resume con precisión la esencia de su carrera, a modo de “un viaje muy personal que comenzó en el sentimiento angustioso de no encajar en ningún lugar”, según ha explicado el músico asentado en España.

Sobre el escenario, con doblete en la tarde del sábado, el violinista de ascendencia armenia y formación europea ha desplegado su característico virtuosismo, acompañado de una banda que arropa su propuesta sin restarle protagonismo a la voz de su violín. En ‘Intruso’, el artista ofrece un relato musical que abraza la multiculturalidad como un valor vital, desde sus raíces hasta su actual residencia en el barrio madrileño de Malasaña. 

“Por fin empiezo a abrazar la riqueza de mi condición de crisol humano”, asegura el autor para un espectáculo que combina piezas de inspiración clásica con sonoridades contemporáneas y ritmos de diversas tradiciones.

El regreso de Malikian a Ávila, donde ha actuado en numerosas ocasiones, revalida su vínculo con el público de la ciudad, si bien había cientos de espectadores llegados desde fuera. “El mundo entero es mi hogar y la música, mi lenguaje universal”, ha expresado el violinista ante un auditorio entregado, donde ha vuelto a demostrar que cada concierto suyo es una celebración de la música sin fronteras.