Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
Los trabajadores de la residencia juvenil Arturo Duperier y albergue de la Junta de Castilla y León han salido este miércoles a la calle para denunciar la falta de personal en el centro, situado en la avenida de los Derechos Humanos. La protesta, convocada junto al comité de empresa, ha reunido a parte de la plantilla para exigir a la administración autonómica que atienda sus reivindicaciones y refuerce las plantillas, especialmente en la categoría de personal de servicio, donde demandan al menos dos trabajadores más.
Según ha explicado José Antonio Nieves, miembro del Comité de Empresa de Sanidad y Familia de la Junta, el problema comenzó con la unificación en un único centro de la residencia juvenil, el albergue y el centro de menores, pero sin el aumento de las plantillas. “La carga de trabajo es brutal”, ha denunciado Nieves, subrayando que “el personal de servicio no llega a ningún sitio, no le da tiempo a cubrirlo todo”.
Pese a que en su día, la gerencia del centro se comprometió a reforzar la plantilla con al menos dos personas más, algo que no ha sucedido, según denuncia Nieves, actualmente se ha contratado a una persona para los fines de semana, pero a media jornada. Una situación que califica de “parche que no vale para nada”.
Personal actual
El centro cuenta con 32 habitaciones dobles en la residencia, de las cuales solo dos están sin ocupar por problemas de ruido, y suelen estar completas. Mientras, el albergue, que cuenta con 16 habitaciones, mantiene una ocupación entre semana de entre un 70% y un 80%, y los fines de semana alcanza una ocupación completa.
Todo ello, con 12 trabajadores con los que cuenta el personal de servicio. En el turno de mañana, solo tres cubren la residencia —con sus 32 habitaciones— más el albergue. Otros dos trabajadores están asignados al módulo de menores, y uno más en la lavandería. “No se llega. Es imposible. Calculamos que se necesitan al menos dos trabajadores más a jornada completa para que el servicio del albergue funcione con normalidad”, ha reclamado el miembro del comité.
“Funciona como un hotel” -detalla Nieves- “El sábado hay que limpiar las habitaciones porque hay gente que sale el sábado, pero vuelve a entrar el sábado por la tarde para quedarse el fin de semana. Es inviable, es que no se llega”, denunciando también los cambios y anulaciones en los turnos de trabajo que dificultan la conciliación laboral y familiar, agravando la situación.
Aunque también hay carencias en otras categorías profesionales, los trabajadores intentan que esta situación no repercuta en los usuarios, especialmente en los menores. “Los empleados son muy profesionales e intentan que no se note, pero todo esto recae a sus espaldas”, ha concluido Nieves.
Exceso de calor
Otro de los problemas que arrastra el centro es el exceso de calor en verano, dado que el edificio cuenta con grandes cristaleras y se llegan a alcanzar hasta 38 grados de temperatura. “El año pasado ya hubo muchas quejas y aún no se ha hecho nada al respecto. Trabajar así es insoportable”, ha asegurado Nieves.
César Calvo, también miembro del comité de empresa, ha recordado que este centro es único en Castilla y León, puesto que en él se une un centro de protección de menores, una residencia juvenil y un albergue: “Tres en uno. Burocráticamente es un jaleo”. Además, el edificio depende del Instituto de la Juventud, pero el personal depende de la Gerencia de Servicios Sociales. “Es completamente caótico e inasumible”, ha indicado.
Por su parte, Antonio Martín, técnico del menor y miembro del comité, ha subrayado que “esto es un engendro, a nivel arquitectónico y funcional. Al problema del bajo número de trabajadores, se une que tienen que desplazarse a tres dispositivos diferentes con necesidades diferentes. Eso agrava de alguna manera el problema”.
Uno. | Jueves, 08 de Mayo de 2025 a las 16:54:13 horas
Hay gente diciendo que si se trabaja más, menos... hay procedimientos de productividad en todos los sectores, que en la actividad diaria hay que utilizar, precisamente para poner firmes a los jetas y a dar en las narices a los boca chanclas, también hay que comprender que lo que conseguimos metiendo a la empresa privada es joder a los curritos, degradar la calidad, parar la inversión en mantenimiento... es evidente no descubro nada nuevo, lo que tenemos que comprender es que nadie da duros a cuatro pesetas como los ladrones nos quieren vender...
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