El autor, vecino de Santa María de Sando en Salamanca y miembro de la Asociación Fotográfica Vallisoletana (AFV), ha centrado su trabajo en el retrato y la etnografía, con especial interés en estas expresiones rituales tradicionales. 
 

Las mascaradas de invierno, vinculadas a la vida agrícola y ganadera, combinan elementos mágicos y ancestrales con el entorno rural, algo que ha captado la atención del artista tanto por su estética como por su valor antropológico.

La exposición es un reconocimiento a quienes mantienen vivas estas costumbres y un tributo a la memoria de los antepasados. Fue un desfile de Mascarávila el que despertó su interés por estas manifestaciones culturales, iniciando un recorrido por distintas regiones para documentarlas a través de la fotografía.