La incorporación de nuevas tecnologías en el tratamiento es uno de los elementos de la ampliación del centro, que conllevará una inversión de 9,2 millones de euros para unas instalaciones que se aseguran así para una década, según ha explicado el gerente del Consorcio Zona Norte de Ávila, Manuel Sanz.

Los trabajos de ampliación, que ya cuentan con el visto bueno administrativo, se prolongarán durante algo más de un año desde su inicio en febrero.

Más reciclaje
Según Sanz, servirán “aumentar el porcentaje de producto reciclado y su calidad, minimizar el impacto medioambiental y alargar la vida útil de las instalaciones en dos décadas”.

Por un lado, se dedicarán 7,6 millones de euros para ampliar y mejorar las instalaciones del Centro de Tratamiento de Residuos, que comenzó su actividad en 2002 y que en este tiempo ha tratado 685.000 toneladas de residuos.

Se han adquirido parcelas inmediatas para su ampliación, aunque de momento sólo se utilizará la mitad de los nuevos terrenos.

Para el depósito de rechazos, que data de 1999, se destinan 1,6 millones, que de los actuales 550.000 metros cúbicos pasará a poder acoger 1.053.000 metros cúbicos.

La modernización, que aspira a una de las subvenciones que concede la Junta de Castilla y León en I+D por la tecnología que implante, se costeará por los propios presupuestos del consorcio. En la adjudicación de la gestión del centro a la empresa Urbaser, en enero de 2012, ya venía incluida una partida para este fin.

Más de un año
Las obras comenzarán por el traslado de la balsa de lixiviados, que además se amplía para evitar su traslado fuera del centro, como en ocasiones ha ocurrido. Y en abril o mayo empezarán los trabajos de planta de tratamiento, teniendo en cuenta que “hay compatibilizar las obras la prestación del servicio habitual”, que atiende a toda la provincia salvo el Valle del Tiétar.

En el proyecto se encuentra una nueva línea de pretratamiento de residuos sólidos urbanos y envases ligeros, la construcción de una nueva nave de receptación y alimentación, otra nave taller-almacén, nuevo edificio de vestuarios y para aula medioambiental, y mejoras en la biometanización.

El volumen de empleos de la plantilla que trabajan no se verá afectado por la ampliación, según Sanz, porque el volumen de trabajo se ha reducido por el descenso de residuos.

La mayor cantidad de residuos tratados fue en 2010, y desde entonces se ha reducido en un 13 por ciento. Y es que ahora los residuos generados son similares a los del año 2015.