Sr. Abascal:

El día 25 del pasado mes de febrero, le remití una atenta carta, de la cual recibí el pertinente acuse de recibo fechado a 26 del mismo mes y a las 11:27 horas. En esa carta le informaba de lo acordado por un grupo de cargos, excargos electos y orgánicos, afiliados y simpatizantes de Vox que nos habíamos reunido el día 22 del mismo mes en Barajas (Madrid). Los allí reunidos no éramos resentidos ni traidores, éramos simplemente acreditados patriotas a los que les alienta por encima de todo, buscar y encontrar soluciones para los múltiples y acuciantes problemas que afronta nuestra amada España.

Consecuencia de esa reunión que, dicho sea de paso, congregó a 95 personas provenientes de 31 provincias y ciudades autónomas, se redactó el documento expositivo y propositivo que recibió Vd. como anexo a la carta que obra en su poder. Pues bien, el que suscribe, como firmante y remitente de la iterada carta en representación de todos los presentes en el acto de Barajas y de otros más que, ausentes al acto, sí que se adhirieron con posterioridad, por la presente quiero manifestarle, ya que hasta el momento no he podido hacerlo en persona, mi más profunda decepción por su cobarde y descortés modo de proceder.

Cobarde, pues se ha escondido detrás de un atronador silencio, parapetado tras los muros de su fortaleza en Bambú, 12. Desde donde no me ha respondido, dándome la callada por respuesta.

Descortés, porque este humilde compatriota es el mismo al que Vd. llamó personalmente en el año 2019 para enrolarme en sus filas como candidato al Congreso de los Diputados, encabezando la lista de Vox por Pontevedra. Y no fue sólo en una, sino en las dos convocatorias electorales de dicho año. Acepté en ambas y no me arrepiento en absoluto, porque entonces creí que estábamos sellando un pacto entre caballeros que, al margen de las vicisitudes electorales, podría perdurar en el tiempo.

En todo aquel período de campañas electorales, ni en ningún otro, jamás le pedí nada para mí ¿Recuerda que Vd. mismo me lo dijo en una conversación telefónica? Yo sí. Fue en aquel noviembre 2019, cuando le solicité que diera un mitin en Vigo. Vd. accedió a ello y yo se lo agradecí organizándole un acto en un gran auditorio, con un aforo para 1.500 asistentes. Aforo que se completó gracias a su poder de convocatoria de entonces y además tuvo que salir a saludar al más de un centenar de simpatizantes que no pudieron acceder al recinto ¡Qué tiempos, verdad! ¿Lo ha vuelto a repetir allí? Pues eso. Como tampoco ha repetido los más de 38.000 votos que entonces cosechó en Pontevedra.

En conclusión, Sr Abascal, me ha defraudado Vd. porque con su actitud de no responder a la carta que le remití firmada de mi puño y letra, me demuestra que aquel pacto del año 2019 que yo creí de caballeros, no fue tal. Estoy seguro de que yo lo sigo siendo y a mucha honra, porque soy el mismo de entonces, con seis años más eso sí, pero sigo manteniendo mi palabra, mi modo de actuar sin pedir nada para mí y siendo leal a un proyecto y a un programa basado en unos principios fundacionales que abogo por recuperar. En definitiva, no he cambiado, pero sinceramente y a la vista de su modo de proceder, no creo que Vd. pueda decir lo mismo.

Atentamente,
Antonio Budiño Carballo. General de División (R)