La exposición reúne 25 obras que exploran la conexión entre la montaña y el mar. Resurrección Jiménez, que ya expuso en el Episcopio el año pasado, representa la montaña inspirándose en los contrastes de luz y las estaciones en Ávila. “Me gusta pintar al óleo y trabajar con la mano para sentir la pintura”, ha explicado.

Por su parte, Rosa Rico, que debuta en la sala, ha plasmado el mar con técnicas de grabado y estampación. “El año pasado vine a ver la exposición de Resu y me enamoré de la sala. Vi la pared del fondo y pensé en una ola. Como soy de mar, hablamos sobre la idea del paisaje y así nació este proyecto”, ha relatado.

Ambas artistas han trabajado juntas en diversas ocasiones y han creado una exposición que combina obras inéditas con piezas diseñadas específicamente para el Episcopio. La muestra invita al visitante a sumergirse en un diálogo visual entre el mar y la montaña, fusionando diferentes técnicas y perspectivas artísticas.