La víctima es un hombre de nacionalidad colombiana, que trabajaba sin contrato y vivía en condiciones "indignas" en un habitáculo que empleaba como vivienda en la planta baja del taller.

Durante la inspección realizada en el marco de la operación Vilctroc, los agentes identificaron a esta víctima y a un segundo empleado, ambos sin contrato y sin estar dados de alta en la Seguridad Social. Además, el de nacionalidad colombiana se encontraba en situación irregular en España.

Este último, además de vivir en condiciones "indignas", percibía un salario "insuficiente para cubrir sus necesidades básicas de manutención y alojamiento", lo que "evidenciaba una situación de explotación". 

La investigación arrancó el día 14 cuando la Guardia Civil, a través de una denuncia, supo de la posible comisión de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de trata de seres humanos en un taller de esta zona de la provincia de Ávila.

Inspección

Por ello, se coordinó una inspección conjunta de este cuerpo con la Inspección de Trabajo y la Junta de Castilla y León de Ávila, para tratar de verificar que se estaban cometiendo esos delitos.

La inspección se realizó el día 18, cuando el taller se encontraba "en pleno funcionamiento", lo que permitió identificar a dos trabajadores sin contrato, ni alta en la Seguridad Social. Además, uno de ellos se encontraba, además, en situación irregular en España.

Al examinar todas las estancias, los agentes descubrieron que en la planta baja existía un "habitáculo" utilizado como vivienda por uno de los trabajadores, que dormía "en condiciones indignas". Asimismo, comprobaron que la víctima percibía un salario "insuficiente para cubrir sus necesidades básicas de manutención y alojamiento", lo que "evidenciaba una situación de explotación". 

Por ello, se detuvo a los dos propietarios y socios del taller, que se enfrentan a delitos relacionados con la explotación de los trabajadores y las condiciones en las que mantenían a la víctima, al haber vulnerado sus derechos fundamentales. 

Esta operación ha permitido que la Guardia Civil haya liberado a uno de los dos trabajadores, que ahora se encuentra "a salvo", una vez trasladado a Ávila, donde una organización no gubernamental (ONG) le está brindando apoyo, protección y cuidados.

La actuación ha sido realizada por el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cebreros, con la colaboración de la Sección de Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Ávila y el Equipo ROCA Sur de las Compañías Territoriales de Cebreros y Arenas de San Pedro.