Esto ha provocado el enfado y la confusión, no solo de los vecinos de la zona, sino de conductores que desde primera hora de la mañana se han encontrado con la sorpresa ‘toparse’ con una valla en la que puede leerse: “¡¡Atención!! Calle cortada por obras. Disculpen las molestias”. Lo mismo ocurrió hace un mes y medio.

La valla se encuentra situada en la confluencia de la calle Madrigal con Santa Fe y Camino del Gansino, sin que en ninguna de estas dos últimas exista ningún cartel alertando del corte, en sentido subida. Las obras sirve para implantar la canalización de la red de calor.

Esta circunstancia ha obligado a los conductores a tener que dar una gran vuelta, bien por Camino del Gansino, bajada de la Universidad y Hornos Caleros, o bien siguiendo por la calle Santa Fe y continuar hasta la plaza de Granada-calle Toros de Guisando o desviarse a la derecha por alguna de las vías intermedias.

Ante esta sorpresa, algunos conductores han optado por saltarse la valla que corta la calle Madrigal desde primera hora de la mañana de este lunes sin previo aviso, circulando varios metros en dirección prohibida, para no dar un rodeo, al no contar con el aviso previamente.

Por ello, actualmente la calle Madrigal está cortada en sentido bajada desde la rotonda de Alfonso de Montalvo y Hornos Caleros, y en sentido subida, desde la calle Santa Fe, aunque desde las calles intermedias (Virgen María, (también en obras), Méndez Vigo, Bilbao, Cardenal Cisneros y Beatriz Galindo, se puede llegar a la calle cortada y descender hasta salir al paredón de Santo Tomás.