Este muñeco de paja elaborado por los vecinos del municipio simboliza la despedida del invierno. Y es más que una simple figura, pues representa el recuerdo de una antigua leyenda.

La historia de Febrerito se remonta a tiempos atrás, cuando un mendigo recorría el pueblo en febrero, pidiendo ayuda para sobrevivir. Al dejar de aparecer, los vecinos decidieron honrar su memoria con esta tradición, en la que cada mes de febrero recrean este muñeco y concluye con su quema el último día del mes.

Este año, la despedida de Febrerito se celebrará el sábado 1 de marzo, cuando jóvenes y mayores saltarán entre las llamas en una noche de fiesta, en lo que es una tradición que sigue viva gracias a quienes, año tras año, la hacen posible.