Se trata de un trabajo del Centro de Experimentación y Seguridad Vial de Mapfre en colaboración con la Fundación Mapfre acerca de la evolución de los sistemas de seguridad entre 2007 y 2012.

El estudio propone una “gran labor” de “divulgación” y “popularización” sobre las aportaciones de los vehículos en relación con la seguridad activa y pasiva para evitar un accidente de tráfico o reducir sus consecuencias, ya que se ha detectado que los clientes “no suelen demandar información precisa” sobre los elementos de seguridad, ya que “no existe cultura de la seguridad incorporada al vehículo”.

La investigación, que en la actualidad se lleva a cabo en los mercados automovilistas de Argentina, Brasil, Chile y México, analiza los numerosos datos estadísticos en materia de seguridad activa, pasiva y de asistencia de los modelos más vendidos en España en los últimos seis años.

Otros países
El estudio también ha comprobado si existen diferencias de seguridad entre modelos idénticos en diferentes mercados europeos (España, Reino Unido, Alemania y Francia), para concluir que el comprador nacional se encuentra en una situación similar a los estos países.

En este sentido determina que la evolución de los sistemas de seguridad activa y pasiva en los vehículos han sido uno de los “principales factores” en la “notable” reducción del número de víctimas en accidentes de tráfico en los últimos años.

“La renovación constante -se añade- del parque de vehículos, con más y mejores sistemas de seguridad, está contribuyendo a la disminución de fallecidos y de lesionados graves”, y se señala como el desarrollo tecnológico se encuentra “estrechamente ligado” al progreso económico de cada zona geográfica.

Por eso se certifica que coyuntura económica influye a la hora de aplicar soluciones tecnológicas a un medio de transporte “tan masivamente utilizado” hoy día como es el automóvil.

Esfuerzo
Se subraya en el estudio que los fabricantes, en cualquiera de los tipos de elementos de seguridad del vehículo, han realizado un “importante esfuerzo” para ofrecer la mayor cantidad posible de innovaciones en esta materia “a costes cada vez menores”.

Atendiendo a la seguridad activa y pasiva del vehículo, el elemento fundamental de integración debe centrarse en la incorporación de la tecnología de seguridad “imprescindible” en todos los vehículos, aunque será “el juicio de los mercados” el que se pronuncie. Es el caso de la distribución electrónica de frenada, de serie desde hace tiempo en casi todos los segmentos, frente a elementos como el airbag de rodilla, que casi ya no se instala.