El análisis de las catas, solicitadas por la empresa adjudicataria de las obras Castillo y Cía y basadas en el informe técnico de la Diputación, ha revelado que ambos puentes comparten la misma cimentación. Una cuestión que no se había tenido en cuenta en el proyecto original: “Se han detectado que la cimentación es doble para un puente, con lo cual la solución inicial de demolición del puente viejo no es una solución viable”, según ha indicado el portavoz del equipo de Gobierno, Juan Carlos Sánchez Mesón. 

Y es que iInicialmente se había propuesto la demolición del puente viejo como solución a los daños que sufría, pero los resultados ahora obligan a cambiar el proyecto para evitar daños en el puente nuevo: “Como la demolición podría afectar a la cimentación también del puente nuevo, se va a hacer un nuevo proyecto donde va a contemplar que esa cimentación se va a dejar y se va a intentar hacer una carretera más amplia y pueda aguantar con la cimentación que ya tiene el viejo", ha señalado Mesón. 

Ante esta situación, se ha decidido redactar un nuevo proyecto que contemple la preservación de la cimentación existente, aprovechando la base común de ambos puentes para desarrollar una carretera más amplia que cumpla con los requisitos de seguridad y resistencia. 

Este nuevo diseño se someterá nuevamente a licitación para que empresas interesadas puedan presentar sus propuestas.