Entre sus páginas, se puede leer cómo Leoncio Jiménez, de Blacha, narra cómo jugaba a las canicas con sus amigos Pepe, Cecilio o Ignacio. O cómo Florentina Pérez y Antonio Muñoz, de Navaluenga, transformaron objetos utilizados para la costura: los alfileres, en piezas de juego. 

El objetivo del proyecto es preservar y transmitir a las nuevas generaciones los juegos tradicionales de nuestros mayores, fomentando momentos de conexión intergeneracional entre niños y mayores. La diputada de Familia, Dependencia y Oportunidades, Beatriz Díaz, ha destacado la importancia de esta iniciativa para mantener vivas las raíces culturales: “Que los juegos de nuestros mayores sean transmitidos a nuestros jóvenes y que tengan un momento para poder compartir con sus abuelos, tíos o con los vecinos, simplemente”.

Un proyecto para unir generaciones

El proyecto da continuidad al libro de recetas ‘Saboreando recuerdos’, que se elaboró hace dos años, y ha contado con la participación de más de una veintena de personas, entre ellos, los trabajadores del servicio de ayuda a domicilio. 

Así, este libro pretende “conectar generaciones”, además de “alejar a los niños de las pantallas”, tal como ha detallado la delegada social de Senior Servicios, Laura Cantero. 

Todo ello para que los más pequeños “vuelvan a las calles, con sus familiares y conseguir que, con la influencia que tienen, se olvide un poco para que vean que lo antiguo mola y que es lo realmente importante”. 

Carlos García, presidente de la Diputación, ha destacado el impacto del servicio de ayuda a domicilio en la provincia que atiende a más de 2.500 mayores en 247 municipios de Ávila y emplea a cerca de 600 auxiliares.