El encuentro ha reunido a entidades y proyectos que trabajan en la difusión del arte desde el territorio, con una visita guiada a Las Piedras de Garoza con un espectáculo de danza homenaje a Ibarrola a cargo de Estrella R. 

Los participantes se reunieron bajo el lema ‘El desafío de difundir arte en el territorio’, en la que Lara Rubín de Célix, de la Fundación Valle de las Memorias, explicó como Las Piedras de Garoza es el primer proyecto de esta fundación que surge al ver “un potencial muy grande como proyecto que podría ser un dinamizador del Valle Amblés”. 

Este espacio al aire libre acoge la última obra de arte y naturaleza que realizó el artista vasco Agustín Ibarrola. “Hasta ahora el municipio de Muñogalindo lo ha conservado y mantenido, pero no ha tenido los recursos para poder impulsarlo y que sea conocido”, ha explicado, recordando que Ibarrola quería hacer un proyecto de residencia y experimentación de jóvenes artistas. 

“El fin de la fundación es crear un espacio cultural para conciertos, teatro o gastroturismo, y construir un edifico multidisciplinar que pueda albergar todo tipo de eventos culturales”, según Rubín de Célix.  

Exposiciones en Collegium

En el encuentro participaron otras iniciativas relacionadas con el arte en la provincia de Ávila. Collegium, en Arévalo, que proyecta un museo de arte contemporáneo: “trabajamos con artesanos y artistas locales de la zona y somos testigos de que este entorno va abrazando el proyecto y sus actividades”, según Aldones Nino, que ha anunciado una convocatoria pública para sus nuevas exposiciones en 2025.

Más veterano es el colectivo Arte-Son, con dos décadas de trayectoria programando exposiciones en el Valle del Tiétar, compuesto por siete artistas que, según explicó Luis Miguel González, han tenido siempre como objetivo “acercar el arte contemporáneo que hay en las ciudades al mundo rural, lo que abre un abanico muy importante ante una zona privilegiada en naturaleza o gastronomía”. 

MASAV (Museo Abierto de las Sierras de Ávila y Valle Amblés) Terra Levis es un “equipo de arqueología en comunidad”, según lo ha definido Sergio Baza, que subrayó que el objetivo de “conectar las emociones de las excavaciones en unión con la gente de la zona”. “Lo que hacemos repercute directamente en la comunidad porque el pasado que sacamos de la tierra es la identidad de la zona”, ha indicado, para lo que programan visitas a las excavaciones, talleres o festivales con artistas de toda Castilla y León. 

También estuvo presente Estación del Arte Gredos, un colectivo que impulsa la artesanía en las zonas rurales. Alexandra Leitón detalló que está compuesto por 47 artesanos que trabajan en la zona del Valle del Tiétar, y que organizan mercadillos de artesanía e impulsan el trabajo de la mujer rural. “Nuestro camino es seguir abriendo puertas. En el Mercado de los Sentidos en Piedralaves mezclamos la artesanía con la inclusión social”, ha indicado.

Toque cultural

También participó el director de Fundación Ávila, Carlos Carrera, que destacó como “siempre” que hacen un proyecto social o medioambiental “tiene su toque cultural”. Este año la Fundación Ávila ha programado 16 exposiciones y talleres que han cursado 1.600 personas.  Su iniciativa Itinerarte lleva su colección de 1.000 obras a la provincia.

Durante el debate todos los participantes coincidieron en “la necesidad de impulsar la educación cultural desde la escuela para que la ciudadanía sepa valorar el patrimonio que tiene y el potencial económico que además pueden suponer todo este tipo de proyectos artísticos”.

Para Las Piedras de Garoza uno de los mayores retos es este: “mucha gente no entiende ese tipo de intervención en la naturaleza, por eso estamos buscando formas para que lo entienda”, ya que “si no lo valora el pueblo es un proyecto destinado a la desolación”.  

Una reflexión que comparte MASAV asegurando que hay “una desconexión con el mundo rural”. “Necesitamos establecer un canal de comunicación, un vínculo que lleve a cuentagotas esa educación cultural”, han propuesto. Alexandrra Leitón ha alertado para “dar visibilidad a los artesanos, porque hay algunos en los pueblos donde ni siquiera los conocen”. En este sentido, Carlos de Gredos, del Centro de Arte Cerro Gallinero de Hoyocasero, animó a cambiar la forma de acercarse a la ciudadanía: “hay que atraer a los niños, hay que ir a buscarlos y motivarlos”. 

La otra reivindicación más repetida ha sido la falta de sensibilidad que en muchas ocasiones tienen las administraciones con este tipo de proyectos artísticos. “Nos ha costado convencer a las instituciones de la importancia que tienen estos proyectos para el mundo rural”, reconoció Luis Miguel González, de Arte-Son, que añadió como sus exposiciones reciben una media de 2.500 visitantes que traen turismo a la zona que gasta en la hostelería y el comercio, mientras que desde Fundación Ávila proponen aumentar la cooperación y la colaboración entre todo tipo de entidades culturales privadas para conseguir llegar donde las administraciones no llegan.