Cada vez son más los jóvenes que se inician en el mundo de las apuestas deportivas, pero muchos lo hacen sin conocer cómo gestionar de manera adecuada el dinero que destinan a esta actividad. Esto lleva a que apuesten a cuotas elevadas o "funbets", con la esperanza de obtener grandes ganancias con un golpe de suerte, como si jugaran a la lotería. Sin embargo, existe un perfil más minoritario que busca la rentabilidad a largo plazo y utiliza estrategias claras para gestionar su inversión.

Tal y como indica Carlos de Jurado, editor web de MisCasasDeApuestas y apostador, una buena gestión del bankroll es clave para ser rentable. A continuación, se presentan algunas recomendaciones efectivas, ideales tanto para quienes apuestan en plataformas consolidadas como para aquellos que exploran nuevas casas de apuestas.

Define un bankroll y establece un stake responsable

El bankroll es el fondo total que estás dispuesto a utilizar en apuestas deportivas. Una regla básica es nunca utilizar dinero que necesites para gastos esenciales. Define un monto específico y no lo aumentes bajo ningún concepto.

Una forma de proteger tu bankroll es apostar un porcentaje fijo, conocido como stake. Lo recomendable es situarlo entre el 1% y el 5% de tu fondo total. Esto significa que si tienes un bankroll de 100 euros, la cantidad máxima que deberías apostar en un solo evento no debe superar los 5 euros. Así, reduces el riesgo de perder grandes cantidades en una sola apuesta.

Apuesta en mercados que hayas analizado previamente

Elegir mercados que entiendas y que hayas estudiado a fondo puede marcar la diferencia entre ganar y perder. Los análisis previos ayudan a tomar decisiones más informadas y a minimizar riesgos.

Además, es importante evitar las apuestas combinadas, ya que, aunque prometen mayores ganancias, el riesgo también se multiplica. Centrarte en apuestas simples te permitirá tener un mayor control sobre tus elecciones.

No apuestes siempre a cuotas bajas

Es común pensar que apostar a cuotas bajas (por debajo de 1.50) asegura una mayor probabilidad de ganar. Sin embargo, este enfoque puede ser contraproducente si buscas rentabilidad a largo plazo. Lo ideal es buscar cuotas entre 1.60 y 1.80, donde la relación entre riesgo y beneficio suele ser más equilibrada.

Para lograr esto, hay que saber identificar apuestas de valor, es decir, situaciones en las que la casa de apuestas ofrezca una cuota que paga más de lo que la probabilidad real sugiere. Por ejemplo, si consideras que un equipo tiene un 60 % de posibilidades de ganar, una cuota de 1.75 sería una apuesta de valor.

No actúes por impulsos

Las decisiones impulsivas suelen ser el mayor enemigo de una buena gestión. Después de una apuesta perdida, es común sentir la tentación de recuperar lo perdido rápidamente. Esto, conocido como tilt, puede llevarte a tomar decisiones irracionales y a comprometer tu bankroll.

Es importante mantener la calma y seguir la estrategia establecida. Evita realizar apuestas sin analizar o basarte únicamente en corazonadas. Apostar de manera emocional puede causar pérdidas significativas.

Lleva un registro detallado de tus apuestas

Registrar cada apuesta que realices, incluyendo la cuota, el monto apostado y el resultado, es una práctica esencial para evaluar tu desempeño. Esto te permitirá identificar patrones y áreas de mejora.

Además, un historial claro te ayudará a determinar si estás logrando la rentabilidad esperada o si necesitas ajustar tu estrategia.