Los hechos se produjeron en la madrugada del viernes. Una llamada de una central de alarmas al teléfono de Emergencias 112 informó de la presencia de dos personas golpeando con un objeto contundente el cristal de un comercio.

Hasta allí se dirigieron varias patrullas de ambos cuerpos policiales, localizando a una mujer que abandonó rápido el lugar al percatarse de la presencia policial. No obstante, fue interceptada inmediatamente a escasos metros con un corte sangrante en la mano izquierda. 

A la vez, uno de los policías habló con uno de los testigos para recabar información, comprobando cómo el cristal de la puerta de entrada a la tienda estaba fracturado por una tapa metálica de registro que estaba en el suelo con restos de sangre.

Además, en la misma calle se encontraba un vehículo con el motor arrancado y con un hombre en actitud vigilante en su interior que, al verse sorprendido por las dotaciones policiales, intentó huir del lugar. 

Tras ser retenido por la Policía Local, fue identificado y reconocido por los agentes de la Policía Nacional, junto con la mujer, como presuntos autores de diversos robos anteriores, principalmente cometidos contra el patrimonio, utilizando siempre la misma forma de actuar, con la tapa de registro y la rotura de cristales o escaparates.

Con estos indicios, los agentes detuvieron a ambos individuos como supuestos responsables de un delito de robo con fuerza y, tras prestar declaración en dependencias policiales, fueron puestos a disposición judicial.