Desde la entidad abulense se explica que la adaptación al entorno de privación de libertad es “un proceso complicado, que puede afectar el bienestar emocional y conductual de las internas”, de manera que “las alteraciones cognitivas y emocionales resultantes pueden agravar problemas de salud mental, tanto en aquellas que ingresan con un diagnóstico previo como en aquellas que desarrollan nuevas patologías durante su estancia”. 

En este sentido, Faema considera “esencial” que los equipos técnicos “reciban la formación adecuada para poder abordar de manera más eficaz las problemáticas que enfrentan y fomentar un entorno más propicio para la rehabilitación y el bienestar de la población reclusa”.

Por ello, los días 2 y 30 de octubre, una de las psicólogas del servicio especializado de Faema Salud Mental, Rocío Pindado, impartió una formación dirigida a los profesionales de la cárcel Brieva, a la que asistieron 40 funcionarios y valorada positivamente por los participantes. Con una duración de seis horas, forma parte de una serie de actividades programadas en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental.

Estas acciones están financiadas por dos programas del IRPF denominados “Programa de Apoyo a la Rehabilitación de personas con enfermedad mental internas en centros penitenciarios” y “Programa de reincorporación social de las personas con problemas de salud mental judicializadas”.