Con motivo de la Semana del Daño Cerebral, Aspaym ha organizado un taller de disfagia y recetas adaptadas para enseñar a pacientes y familiares a elaborar platos sencillos, nutritivos y atractivos para las personas con problemas de deglución, que afectan a entre un 16 y un 30% de la población mayor de 65 años.
También ha desarrollado un taller de puzles en 3D, tipo escape room, como parte del Programa de Innovación para el Fomento de la Autonomía y el Desarrollo de las Personas con Discapacidad, iniciativa pionera que integra la aplicación de nuevas metodologías y tecnologías para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Los puzles están diseñados para trabajar determinadas habilidades como la coordinación ojo-mano, la motricidad fina o el pensamiento lateral, entre otras, como herramienta terapéutica que ha demostrado ser eficaz tanto para personas con daño cerebral como en contextos de envejecimiento activo. Además, también se van a iluminar los Cuatro Postes
Según destaca Aspaym, más de 420.000 personas en España y cerca de 5.700 en Castilla y León están afectadas por daño cerebral adquirido.
Realidad creciente
El daño cerebral adquirido es una condición que surge principalmente como consecuencia de un ictus, que representa el 78% de los casos, así como de traumatismos craneoencefálicos, anoxias o tumores cerebrales. Las secuelas son diversas y pueden incluir problemas físicos como la pérdida de movilidad, dificultades para hablar, o problemas cognitivos y emocionales, como pérdida de memoria, depresión o cambios de comportamiento.
El presidente de Aspaym Castilla y León, Ángel de Propios, ha subrayado que visibilizar el daño cerebral es esencial para que las personas afectadas y sus familias accedan a recursos que les permitan mejorar su calidad de vida. "El daño cerebral afecta a la persona que lo sufre, pero también a todo su entorno, y es crucial que los pacientes reciban un tratamiento integral que cubra tanto sus necesidades físicas como emocionales", ha afirmado.
Los tratamientos ofrecidos por esta entidad abarcan múltiples disciplinas. La fisioterapia trabaja en la mejora del control motor, la marcha y la postura, mientras que la logopedia trata alteraciones relacionadas con la deglución y la comunicación, problemas comunes en personas que han sufrido daño cerebral. La neuropsicología, por su parte, se enfoca en la recuperación de funciones cognitivas, como la memoria y la atención, así como en el tratamiento de problemas emocionales como la depresión y la ansiedad. Por su parte, la terapia ocupacional se trabajan las alteraciones que pueden aparecer tras el daño cerebral y que afectan a la autonomía del paciente, además se realizan las adaptaciones necesarias para la vida cotidiana.
 
 
        
        
   
	    
    
    
	
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