Esta empresa familiar de Piedrahíta da empleo a más de 30 personas, y tras un año de trabajo, de la mano del estudio de diseño de Javier Garduño, ha creado una nueva marca que “refleja la tradición y el sabor auténtico”.

La compañía define la marca como “una declaración de amor por el arte del buen hacer”, donde “cada producto refleja la personalidad del maestro jamonero, José Manuel Garrudo, quien ha dedicado su vida a perfeccionar el proceso de elaboración” del producto esperando el tiempo necesario para que cada pieza alcance su máxima expresión”.

Así, destacan que “todos los cerdos, 100% ibéricos de bellota, han sido seleccionados uno a uno” por el maestro jamonero, “quien ha estado presente en todos los pasos de la cadena de valor y participado activamente en los procesos de producción”, a la vez que “recuperando las recetas de sus antepasados”.

La segunda generación de la empresa se encuentra al frente de ella, con “la tercera preparándose para continuar la tradición”, y en la actualidad desarrollan la ampliación del matadero.