VÍDEO | Una joven de 15 años hereda el baile de la bandera de su padre ante la Virgen de Sonsoles
Carlos de MiguelDomingo, 13 de Octubre de 2024 Tiempo de lectura:
Con una atmósfera festiva, entre almendras garrapiñadas y obleas, el santuario de la Virgen de Sonsoles ha sido escenario de la celebración más esperada del Valle Amblés, la gran ofrenda a la virgen, que ha reunido a cientos de vecinos de las localidades que tienen a esta advocación como su patrona.
El momento más especial del domingo ha sido el tradicional baile de la bandera, una costumbre arraigada que cada año toca a una de las localidades, y que en esta ocasión era para Niharra, donde las voluntarias han sido Sonsoles Fernández e Irene Jiménez.
Tras la misa solemne del mediodía, oficiada por el cardenal Antonio Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, y acompañada de los cantos del grupo Espigar de Muñogalindo, llegó la procesión y los momentos más esperados.
En el baile de la bandera se mezcla habilidad y devoción. Este año, el honor de ondear la enseña recayó en Sonsoles Fernández, primero, y después en Irene Jiménez del Nogal, una joven de 15 años que siguió los pasos de su padre, Juan Antonio Jiménez Arévalo, quien había realizado este mismo acto justo cuando ella tenía un mes de vida. “Aquel año, cuando ella tenía un mes, bailé la bandera, y ahora, 15 años después, la ha bailado ella”, comentó emocionado.
El baile de la bandera es una danza que requiere precisión, ya que los participantes deben manejar una pesada enseña de entre cuatro y cinco kilos. La joven ha reconocido haber estado algo nerviosa, pero ha logrado superar el reto. “Un poco nerviosa, pero bien, yo no quería ponerme nerviosa”, ha confesado, destacando que lo más complicado ha sido “pasar la bandera por la rodilla”.
“Llevamos ensayando desde el mes de mayo. Su madre no quería porque decía que era muy joven, pero ella tenía el gusanillo metido en el cuerpo y al final lo ha conseguido”, ha confesado el padre con orgullo, asegurando que lo había hecho “muy bien” gracias a su constancia y a que “la devoción se lleva”.
Después del emotivo baile de la bandera, el acto continuó con una ofrenda floral a caballo, protagonizada por jinetes de la Asociación Ecuestre Amigos del Caballo de Ávila y la asociación de caballistas Adeluaca, de San Bartolomé de Pinares.
La ofrenda grande del Valle Amblés está fijada en el segundo domingo de octubre, después de que en el primero tuviera lugar la ofrenda chica ‘La Serrecilla’, y que el domingo 20 tenga lugar la última ofrenda, que ofrece la localidad de La Colilla.
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