José Antonio Palomo ha expuesto en el pleno de las Cortes "una problemática que afecta gravemente al sector ganadero de la región”, centrando su intervención en la creciente preocupación por los ataques de lobos y la inacción de la Junta en su control. Así, ha criticado al consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, acusándolo de no haber respondido a cuestiones clave relacionadas con el censo de lobos ni haber tomado eficaces para mitigar el impacto sobre los ganaderos.

Palomo ha denunciado que la población de lobos sigue causando estragos en las explotaciones ganaderas, lo que ha llevado a una” situación insostenible” para el sector. En su intervención, ha insistido en la necesidad de implementar un control poblacional de los cánidos y, mientras tanto, ofrecer un mayor apoyo a los ganaderos: “están sufriendo una tortura diaria con estos ataques indiscriminados”, por eso “tenemos la obligación de ayudarles y de apoyarles y, sobre todo, de no crearles más problemas añadidos”.

Además, subrayó la excesiva carga burocrática que los ganaderos deben soportar tras perder un animal, señalando que el proceso administrativo es tedioso y consume un tiempo que los agricultores no pueden permitirse. Para resolver esta situación, propone crear una guía de actuación que simplifique los trámites tras un ataque.

El procurador también abordó los ataques de buitres al ganado indefenso, particularmente a madres y terneros recién nacidos, una situación que, según él, “se ha visto agravada por normativas medioambientales que impiden que los cadáveres de reses se dejen en el campo para que estas aves se alimentan”.

Palomo ha advertido sobre el impacto económico y emocional que sufren los ganaderos, mencionando que el estrés en el rebaño por los ataques provoca abortos y una reducción significativa en la producción. Asimismo, ha criticado que los costes veterinarios y las muertes posteriores a los ataques no sean adecuadamente compensados.