Según este sindicato, las funcionarias de Justicia destinadas en el Juzgado de Paz candeledano vienen transmitiendo las quejas por el estado de este espacio. En este sentido, denuncian que las estanterías para colocar los expedientes y libros judiciales se encuentran "rotas, con las baldas caídas", lo que hace "imposible el orden y sujeción de dichos volúmenes". 

Asimismo, señalan que el cableado eléctrico del suelo se encuentra "sin estar introducido en las pertinentes regletas", con el consiguiente "peligro de tropiezo del personal y ciudadanos que acuden a dicho órgano". A ello se suma el hecho de que las cortinas y persianas se encuentran "rotas, sin poder accionar".

Igualmente, en los despachos de al lado "se encuentran impartiendo continuamente cursos con el consiguiente ruido, que deteriora mucho las condiciones de trabajo, dada la asistencia de ciudadanos a dicho juzgado".

Ante esta situación, tanto STAJ, como las funcionarias, han requerido "en  varias ocasiones" al Consistorio la adopción de medidas, ya que "es responsabilidad exclusiva del Ayuntamiento,  en virtud del convenio acuerdo con el Ministerio de Justicia".

Según dicho convenio, corresponde al Consistorio "proporcionar y facilitar a las trabajadoras de dicho juzgado un material y unas instalaciones adecuadas para el desarrollo de dicho trabajo". Tanto el sindicato, como las trabajadoras, aseguran que este acuerdo ha sido "incumplido reiteradamente" por el Ayuntamiento, que "ha hecho caso omiso a esas peticiones".