La obra, que ya alcanza su séptima edición tras haber sido publicado en febrero, está basada en hechos reales y recoge las historias de más de 200 pacientes que Benito ha acompañado a lo largo de su trayectoria. "Es un libro escrito de manera amorosa, amable y empática, con una pequeña parte autobiográfica, porque hay muchas historias que solo yo puedo contar", ha contado.
El título de la obra hace referencia a una experiencia personal del autor. Cuando tenía nueve años, Benito fue testigo de la muerte de su abuelo, un evento que lo marcó profundamente y que se convirtió en el motor de su compromiso con los cuidados paliativos. "Me prometí que la forma en que murió mi abuelo no podía ser el final para nadie. El niño que se enfadó con la muerte sigue estando ahí, ahora disfrazado de viejo profesor", ha explicado, evocando la indignación que sintió al ver el sufrimiento de su abuelo.
En su relato, Benito no solo ofrece una mirada íntima y cercana a las experiencias de sus pacientes, sino que también plantea una reflexión más amplia sobre la forma en que la sociedad enfrenta la muerte. "Cuando pierdes el miedo a la muerte, ya no temes a nada, vives con plenitud", ha expresado, subrayando la importancia de una muerte digna y acompañada.
Etapa natural
A través de su libro, cuyos derechos de autor han sido donados a la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, busca enseñar a vivir con mayor conciencia y serenidad, recordando que el final no debe ser visto como un fracaso, sino como una etapa natural que, si se transita con acompañamiento y cuidado, puede ser una experiencia profundamente transformadora.
Benito también se ha referido al papel de los profesionales de la salud y los familiares en este proceso: “acompañar bien tiene premio, estar al lado de alguien que amas y no huir, domesticar tu miedo o tu incertidumbre, te da una experiencia que no está en los libros", ha reflexionado. Según el especialista, cuando las personas se van en paz y acompañadas, dejan un legado invaluable para sus seres queridos.
El doctor ha aprovechado la ocasión para recordar los orígenes de los cuidados paliativos, una disciplina que comenzó a desarrollarse en Inglaterra en los años 60 con el movimiento Hospice, cuyo objetivo era ofrecer un acompañamiento digno a los pacientes en su etapa final. “Ha ido profesionalizándose y, en nuestro país la Sociedad Española de Cuidados Paliativos ya tiene 32 años” y es “una disciplina relativamente reciente", ha explicado, recordando que se incorporó a este ámbito en 1998, después de años de ejercicio como oncólogo, habiendo dedicado los últimos 26 años de su carrera a este campo, que define como un área que conecta profundamente con las dimensiones humanas.
El médico también ha aprovechado para desmitificar el dolor asociado con la muerte: "morir no duele, morir nos abre a la verdad", ha afirmado, añadiendo que, en su experiencia, “la muerte puede ser una oportunidad para redescubrir el sentido de la vida”. En el epílogo de su obra, Benito ofrece una conclusión: “podemos morir sanos", sugiriendo que es posible aceptar la muerte con serenidad y plenitud, siempre que se cuente con un acompañante.
“Cuando tienes a alguien cercano que va a morir, acércate y aprende, pero aprende experiencialmente y verás que si esta persona se va en paz y está bien cuidada, porque tienes la suerte de estar en paliativos, ese legado ya no tiene que explicarte nada más”·, ha concluido.
Señor Verde | Sábado, 28 de Septiembre de 2024 a las 14:37:02 horas
Qué interesante escuchar cosas importantes cada día.
Gracias profesor.
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