Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 10 de Septiembre de 2025
Con El Episcopio completo, Juan Manuel de Prada ha presentado su última novela: ‘Mil ojos esconde la noche’, en la que retoma a Fernando Navales, un personaje de su obra ‘Las máscaras del héroe’, escrita hace más de dos décadas.
Una presentación en la que ha estado acompañado por el que fuera embajador de España en Noruega, José Ramón García, junto al alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el concejal de cultura, Ángel Sánchez.
Su última obra se traslada hasta el París ocupado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, de la mano de una comunidad de artistas españoles que recalaron en esta ciudad tras la Guerra Civil. Y a través de una misión que le encargan al protagonista, el escritor desvela un París lleno de personajes bohemios, muchos de ellos olvidados por la historia, como los pintores Federico Beltrán Masses, Emilio Grau Sala o Daniel Sabater.
Tal como ha detallado el escritor a este medio, la novela surge después de la investigación que realizó para la biografía de la escritora catalana Ana María Martínez Sagi, exiliada en París tras la Guerra Civil española. Una investigación que lo llevó a descubrir los entornos de los artistas y escritores españoles que vivieron en la capital francesa entre 1940 y 1944.
Visión sesgada de la historia
Investigaciones en las que “sobre todo, descubrió que tenemos una visión de la historia muy sesgada, muy infectada de tópicos y de visiones un tanto esquemáticas,” según ha indicado a Avilared, porque después de sumergirse en la vida de estos personajes, se dio cuenta de que “muchas de las cosas que hemos aceptado sobre esta época son radicalmente falsas”.
Y esa “visión esquemática de la historia” en la que se han creado personajes de una sola pieza, “casi siempre por intereses ideológicos, velando, oscureciendo, incluso ocultando la complejidad humana de esos personajes”, según define de Prada, también se encuentran artistas como Pablo Picasso o Gregorio Marañón.
Mitificaciones que “ha hecho tanto en la izquierda como la derecha”, aunque desde el ala de la izquierda estaría la de Picasso: probablemente fue un personaje, sin entrar en consideraciones artísticas, pero humanamente bastante deplorable, ¿no? Y que en estos años de la Segunda Guerra Mundial, pues se percibe claramente, que en términos humanos era un hombre que dejaba bastante que desear, explica De Prada.
Gregorio Marañón
Asimismo, menciona al intelectual Gregorio Marañón, cuyo papel durante esos años ha sido distorsionado, en especial su colaboración con Falange y su posicionamiento a favor del régimen de Franco: “Sus reivindicadores lo han presentado siempre como un representante de la tercera España y como un hombre que no estaba ni con los unos ni con los otros, o que viniendo del ámbito republicano, pues reniega de los crímenes que se están cometiendo en el Madrid republicano y que se aparta de la República, pasando a formar parte de una tercera España".
"Esto es falso", asevera, porque "durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Marañón colabora muy activamente en las actividades de Falange, en París. Muy activamente, es un colaborador destacadísimo. ¿Esto quiere decir que Marañón era un fascista? No, es completamente falso. Simplemente consideró que él debía adherirse a la España de Franco porque consideraba que la España republicana había degenerado”.
Y así con un trabajo de investigación y documentación que le ha llevado años tras recorrer numerosos archivos españoles, franceses e incluso el Archivo Militar de Ávila, el escritor ha creado esta novela de la que se publicará el próximo año la segunda parte que abarcará los años 1942 y 1943, hasta el desembarco de Normandía.
Pero con ‘Mil ojos esconde la noche’, De Prada no pretende reescribir la historia, sino “desmitificar muchas ideas heredadas que tenemos, o ideas preconcebidas que tenemos sobre estos años”. Y es que sobre la manipulación de la historia, señala que cuando se quiere inculcar determinados comportamientos o conductas, se crean relatos falsos, esquemáticos o maniqueos sobre la historia. Porque el maniqueísmo es muy confortable y muy resultón.
Luchar contra esquematismos
“Si consigues que la gente tenga unos esquemas maniqueos, vas a conseguir que esa gente sea maniquea. Entonces va a ser gente que se adscriba a uno u otro negociado político de manera fanática y que deje de razonar. La gente se adscribe a un bando y, por lo tanto, ya no tiene que confrontarse con la realidad de las cosas y no tiene por qué pensar, porque su bando ya les suministra las respuestas.
En este sentido, la manipulación histórica es muy productiva para los demagogos, para los manipuladores y para los tiranos”, reflexiona de Prada, quien propone “luchar contra este tipo de esquematismos y de maniqueísmos”, porque “es una obligación civil”.
¿Y cómo se lucha contra eso? Pues el escritor aboga por la necesidad de desarrollar la curiosidad intelectual: “No podemos conformarnos con repetir como loritos lo que nos digan, sino que tenemos que tratar de conocerlo por nuestros propios medios. Y el conocimiento se logra a través del esfuerzo o el sacrificio. Se logra leyendo, se investigando, meditando y pensando. Y esto es precisamente lo que no interesa que hagamos, y yo creo que debemos hacerlo”.
Si Fulgencio | Domingo, 15 de Septiembre de 2024 a las 12:36:34 horas
Estoy totalmente de acuerdo contigo Fulgencio, vemos sistemáticamente los que repiten sistemáticamente las consignas de lo que mascan en sus asambleas y que sueltan en sus comentarios, sea la noticia que sea.
Siempre hay algUNO.
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