Al respecto, el portavoz en el Ayuntamiento de Ávila, José Manuel Lorenzo, ha dicho que “la aplicación del PMUS, no puede ser un instrumento para convertir Ávila en una ‘ciudad de 15 minutos’”.

Bajo su punto de vista, “las ciudades de 15 minutos, vinculadas a la diabólica Agenda 2030, son una propuesta urbanística que plantea diseñar ciudades en las que todos los servicios esenciales como supermercados, farmacias, escuelas, lugares de ocio y de trabajo, se encuentren a 15 minutos a pie, en bicicleta o en transporte público desde los hogares”. 

“El objetivo que nos venden es el de siempre,  reducir el uso del vehículo privado para, supuestamente, reducir la contaminación”, explica Lorenzo, antes de considerar que se trata de un objetivo “totalmente absurdo para una ciudad como Ávila, en la que no hay contaminación”. 

Para el portavoz municipal de Vox, esta propuesta política es “ante todo un eslogan bien sonante”. Al respecto, se pregunta “quién va a negarse a tener a solo 15 minutos de casa todo lo que necesita para su día a día”, aunque a su juicio “la realidad que quieren imponer las élites manipuladoras es menos benévola para la mayoría de los abulenses”. 

Dificultar el transporte

A su juicio, lo que se propone es “dificultar al máximo el transporte de un lado a otro de la ciudad y los movimientos de los abulenses dentro de su propia urbe”. A su juicio, las ciudades de 15 minutos “en realidad deberían llamarse las ciudades de ‘solo 15 minutos’. 

“Estamos en contra de convertir Ávila en una ciudad donde, si quieres moverte fuera de tu barrio o ir más allá del perímetro que puedas hacer caminando, tengas serias dificultades”, sostiene Lorenzo.

Para el grupo municipal de Vox, el PMUS tiene que servir para “solucionar problemas, no para generar nuevos, ni para limitar libertades”, ya que, según afirma, “esta es la realidad que ya están padeciendo en otros países, limitando el movimiento de sus ciudadanos con supuestos fines ecológicos, cuando quienes lo imponen se mueven en aviones privados y grandes vehículos oficiales poco ecológicos”.
 

Igualmente, advierte de que estas medidas “se controlarán mediante cámaras con las que sabrán en cada momento dónde se encuentra cada persona”. “Habrá que despedirse del antiguo privilegio de podernos mover por nuestra ciudad libremente”, argumenta, al tiempo que señala que “el sueño de los abulenses” de tener a 15 minutos hospitales, colegios, comercios, parques o administraciones, “se sabe que no se cumpliría, como ha pasado con tantas otras promesas que se han hecho".