La decisión, aprobada en el pleno del Ayuntamiento en una sesión extraordinaria celebrada el 19 de agosto, busca adjudicar las parcelas a través del criterio de selección de la oferta económicamente más ventajosa.

Las parcelas, calificadas para uso industrial, están diseñadas para fomentar la construcción de naves industriales y otros usos permitidos por las normativas urbanísticas locales. Las superficies de las parcelas varían, con la más pequeña de 545,84 metros cuadrados y la más grande de 2.492,76. 

Todas cuentan con una edificabilidad que permite que los proyectos de construcción podrán maximizar el uso del terreno disponible. Por ejemplo, la parcela más amplia tiene un valor de 53.732,35 euros.

La adjudicación se realizará parcelando cada oferta de manera independiente, lo que permite a los participantes optar por una o más parcelas, siempre con ofertas distintas para cada una, con el criterio de adjudicación del mejor precio ofertado.

Los adjudicatarios deberán destinar las parcelas exclusivamente a los usos permitidos por la ordenanza local y tendrán un plazo máximo de seis años desde la firma de la escritura de compra-venta para completar la construcción de la edificación industrial. De no cumplirse esta condición, los bienes revertirán al Ayuntamiento sin derecho a indemnización.

Además, se exige una garantía del 5% del precio de adjudicación, que se devolverá una vez acreditada la ejecución de las obras mediante el certificado final de obra expedido por un técnico facultado.