Del Sábado, 06 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 10 de Septiembre de 2025
Rosana Rabadán comenzó su andadura en el sector de la alimentación hace dos décadas, aunque desde entonces su visión de la nutrición ha evolucionado, centrándose más en la salud de sus pacientes y promoviendo hábitos saludables.
¿Qué te llevó a convertirte en nutricionista?
Fue por casualidad, me hubiera gustado ser científica. Quería haber estudiado química, pero suspendí selectividad en junio y me hablaron de un ciclo formativo nuevo que estaba bastante bien, que era el de nutrición y dietética y no lo pensé mucho. Me matriculé y, aunque aprobé selectividad en septiembre, no cambié de idea y la verdad es que fue un acierto.
¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a ello?
Hace 20 años de todo esto. Terminé en dos años que era lo que duraba el ciclo, y desde las prácticas he ido enlazando trabajos del sector de la alimentación y de la nutrición porque no siempre me he dedicado a la consulta, también he estado en la industria alimentaria.
¿Ha evolucionado tu enfoque como nutricionista a lo largo de los años?
Sí, mucho. Los nutricionistas, afortunadamente, hemos evolucionado bastante. Cuando salí al mundo laboral, en las consultas marcábamos en rojo si el paciente había cogido peso. Éramos la señorita Rottenmeier si las cosas no se hacían bien, pero todo esto ha cambiado mucho.
Ahora, al menos yo, acompaño y ayudo al paciente desde la empatía. Me centro más en generar salud y, aunque la estética está presente, porque es inevitable, intento quitarle la importancia al número de la báscula, enseñando y promoviendo hábitos saludables para que el paciente pueda mantenerlos a largo plazo y consiga su objetivo.
¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la alimentación saludable que te encuentras a menudo con tus pacientes?
Aunque vivimos en la era de la información, hay muchísima desinformación en el mundo de la nutrición. Llevo 20 años en este mundo y me sigo encontrando los mismos mitos en consulta. Que si la pirámide, que si los alimentos light, etc. Además de que cada día o sale una dieta nueva o un producto milagroso o apps que te venden “dietas personalizadas” con suscripciones muy baratas.
La gente quiere resultados rápidos, da igual lo peligroso que sea lo que haga para su salud, quiere perder peso ya, para una boda, para el verano, etc., siempre es lo mismo. Creo que poco a poco la población está más concienciada en comer mejor, pero aún queda trabajo por hacer porque muchos mitos que existen son generados por empresas o personas que están para ganar dinero, no para mirar por la salud de nadie.
¿Qué consejos darías a alguien que está comenzando su camino hacia una alimentación más saludable?
Algo que hacemos entre 3 y 5 veces al día, que es comer, hay que darle la importancia que tiene. Podemos tener nuestras comidas sociales, pero nuestro día a día, donde se establecen nuestros hábitos, hay que mejorarlos. No por estar bien de salud y no tener ninguna enfermedad grave, no dejan de pasar cosas dentro de nuestro cuerpo.
La población come mal, cree que come bien, que se sabe la teoría, pero la realidad no es esa. Hay mucho sobrepeso en la población adulta y ya no hablemos de la población infantil.
Comer bien es fácil y barato a largo plazo. No es necesario introducir superalimentos. La fruta, la verdura, las legumbres, son baratas y fáciles de preparar en este ritmo loco de vida que llevamos.
¿Cómo influye el estilo de vida moderno en nuestros hábitos alimenticios?
Influye mucho, no tenemos tiempo para dedicarlo a comprar, a planificar, a cocinar, etc. No tenemos herramientas para gestionar bien eso. Priorizamos otro estilo de vida antes que sentarnos, aunque sea media hora, para planificar un menú semanal que solo con eso ya tenemos mucho ganado.
Es verdad que la cesta de la compra se ha encarecido mucho y eso hace que tiremos de productos menos saludables. La industria alimentaria cada vez hace productos más apetecibles, más palatables, más baratos y contra eso, pues no se puede luchar, pero tenemos que cambiar esa mentalidad.
¿Qué alimentos consideras imprescindibles en una dieta equilibrada?
Las recomendaciones dietéticas para la población son aumentar el consumo de productos de origen vegetal, como hortalizas, frutas y legumbres, elegir cereales de grano entero (integrales) y grasas saludables como el aceite de oliva, pescado azul y frutos secos y reducir el consumo de carnes procesadas, grasas saturas, el azúcar y la sal.
Además de movernos más, descansar bien y cuidar la mente. Esto es lo imprescindible para llevar una dieta equilibrada o, más que equilibrada, saludable. Pero algo muy importante también es, que la verdadera salud está en la libertad de elegir sin culpa. Que es algo que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo y que aún nos cuesta quitarlo de nuestra cabeza.
¿Cómo manejas los casos en los que los pacientes tienen dificultades para seguir una dieta equilibrada debido a sus preferencias alimentarias o estilo de vida?
Intentando que el paciente tenga paciencia, haciéndole ver más allá de que está haciendo una dieta, si no que está cambiado y mejorando sus hábitos a pesar de alguna dificultad. Darle herramientas para que sea más autónomo y haga elecciones más saludables. Ir al ritmo que el paciente necesita y eso solo se puede hacer desde la consulta de tú a tú. Es importante establecer un vínculo con el paciente. A muchos les cambia la vida, porque se encuentran más ágiles, con más vitalidad, mejoran su salud y eso es lo más gratificante de mi trabajo.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.126