Los aficionados a los clásicos disfrutaron el domingo con la gran variedad de vehículos participantes, todos ellos con una antigüedad superior a los 30 años. Entre los 52 modelos que han acudido han destacado, según su organizador, Juan Carlos Carretero Manzanaro, un Renault 4L pick up procedente de aeropuerto, de los que sólo quedan tres modelos en España: un Volskwagen escarabajo de 1963 y una motocicleta Ossa 125B de 1957.

Los participantes han realizado una ruta por los municipios colindantes de la zona. pasando por San Garcia de Ingelmos, Blascomillán, Herreros de Suso, Vita, El Parral, Grandes y San Martín y Muñico, para regresar a Mirueña de los Infanzones.

Paralelo a la concentración de coches clásicos se han reunido, con gran esfuerzo por parte de los vecinos, una decena de carros de labranza históricos. Ante la falta de animales de tiro han sido los propios vecinos los que han trasladado los carros desde sus diferentes localizaciones hasta las eras,  situadas en lo alto del municipio.

Los carros de labranza son un símbolo importante en Mirueña de los Infanzones desde tiempos inmemoriales, además de haber sido una herramienta de trabajo para agricultores y ganaderos. Los quintos de cada año siguen manteniendo la tradición de correr las cintas a caballo, las cuales cuelgan de una soga entre las pértigas de dos carros. Además, existe la singular tradición de “esconder los carros” la noche del 15 de agosto por parte de los subquintos, quienes ocultan a mano dos carros en cualquier lugar del término municipal, teniendo los quintos que encontrarlos antes de correr las cintas el día 16.

El Ayuntamiento de Mirueña de los Infanzones ha hecho entrega de tres premios en la concentración de coches clásicos: al conductor más joven, al vehículo más antiguo y al proveniente desde una localización más lejana. Asimismo, hubo galardones al carro de labranza mejor conservado y al que presentó mejor calidad en sus pinturas decorativas.