¿Cómo surgió la idea de crear un mundo consciente y qué ofrecéis en este centro?

Surgió hace ya 25 años. Empezamos a hacer vacaciones y la gente salía muy contenta, pero además de vacaciones, querían aprender a relajarse y a controlar el estrés. 

Entonces surgieron unas vacaciones con tres partes. La primera para aprender a controlar el estrés, relajarse y vivir tranquilo. La segunda para conocer gente y divertirse, y la tercera para estar en plena naturaleza. 

Y así surgió todo, de manera espontánea. 

Muchas anécdotas habréis tenido en estos años.

Madre mía, muchísimas. Por ejemplo, hay muchas parejas que llegan enfadadas y discutiendo, es el plato del día. Y vienen aquí a relajarse y a aprender, y salen más unidas que nunca. Nos lo dicen muchísimas parejas: “no me imaginaba que tal y como veníamos… a punto de separarnos, terminemos tan unidos”.

¿Por qué decidisteis ubicarlo en Poyales del Hoyo?

Pero se dan unas condiciones únicas. La primera es el clima, que llueve tanto como en Galicia, pero hace tanto sol como en Alicante. Entonces, casi siempre está soleado, pero al mismo tiempo está verde. 

La segunda es porque hay muchísima naturaleza, hay ríos con cascadas naturales y la gente puede tener una experiencia única. Estas aguas bajan de la montaña templadas, con lo cual no tienes que meter un pie y sacarlo, sino que puedes estar media hora bañándote.

La naturaleza es una de las cosas fundamentales del centro, ¿no? 

Sí, se juntan las tres, porque otra de las cosas es que después de tantos años la gente aprende a relajarse, a controlar el estrés. Los que pasan más tiempo aprenden a mejorar las relaciones con la familia o con la pareja. Como también vienen muchas familias con hijos, pues organizamos encuentros de familias. 

¿Qué tipo de actividades organizáis?

Se hacen muchos talleres y cada persona puede elegir a los que quiere ir. O sea, hay mucha libertad. Puedes adaptar las vacaciones o la estancia a tu medida. Si quieres algo más espiritual, lo tienes. Si quieres conocer gente, también vas a conocer gente. Y si quieres más naturaleza, pues tú vas eligiendo lo que más te apetece. 

También se hace yoga, biodanza, meditación. Tenemos piscina y gimnasio…

¿Os habéis tenido que enfrentar algún tipo de reto a la hora de desarrollar este proyecto?

El desafío es que es algo nuevo. Siendo es algo nuevo, pues mucha gente que no lo conoce, lo critican. Pero cuando vas allí y ves todo lo que hay, a la gente le encanta. Pero desde fuera, como viene muchísima gente y se vive muy intensamente, pues lo pueden criticar. 

¿Os planteáis algún proyecto de futuro?

Mucha gente nos está pidiendo expandirnos, porque viene gente de toda España. Posiblemente, nos extendamos a Andalucía o Valencia, aunque yo que soy de Galicia también me lo piden mucho.