Estos intérpretes, de entre 3 y 16 años, han compartido su pasión por la música a través de la metodología Suzuki, un enfoque pedagógico que destaca la importancia del entorno familiar en el proceso de aprendizaje.
Durante el festival, los participantes “han vivido una experiencia formativa y artística enriquecedora, en la que han podido demostrar su destreza musical y la disciplina, cooperación y respeto mutuo que caracterizan a la metodología Suzuki”, según ha contado una de las organizadoras, Bárbara González Garrido. Además, “las familias han jugado un papel fundamental, apoyando a los jóvenes músicos en cada paso del aprendizaje”.
La organización del Cellobration Fest hace un balance “muy positivo de esta primera edición en Ávila, destacando tanto la calidad artística de las presentaciones como la respuesta del público, que ha asistido a conciertos de los alumnos en el palacio Superunda, por eso ya preparan la próxima edición “con el objetivo de consolidar este festival como un referente cultural”.
En la clausura, celebrada en la mañana de lunes en el Auditorio Municipal de San Francisco, el público ha escuchado una selección de piezas interpretadas al violonchelo por los jóvenes músicos como muestra de su trabajo en Ávila desde el 31 de julio.
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