Día Domingo, 21 de Septiembre de 2025
Aunque el hockey sobre patines es un deporte minoritario, la joven abulense de 18 años Paula Sanz, ha renovado por segundo año por el HC Ponteareas en la OK Liga Plata, en segunda división; después de haber competido en el Club Deportivo Vettonia Hockey. Y no solo como jugadora, también colabora con el equipo gallego entrenando dos grupos de prebenjamin y benjamín, al igual que hacía en su antiguo equipo con la escuela de patinaje abulense.
¿Cómo te sientes tras la renovación y cuál ha sido tu experiencia con el equipo hasta ahora?
Es la primera experiencia fuera de casa. Nuevo equipo y nuevas compañeras, pero ha sido bastante bonito y no lo cambiaría por nada.
¿Ha sido difícil adaptarte a otra ciudad y a otros compañeros?
Difícil no ha sido, porque al fin y al cabo todas practicábamos lo mismo y vivíamos todas juntas en casa. Ha sido bastante chulo. Y la convivencia ha ido bastante bien. Todo ha surgido así, porque fue de un día para otro básicamente.
¿Cómo surgió la posibilidad de que te fueras, de que te ficharan por este equipo?
En el 2021 me fui con mi club antiguo, el Vettonia Hockey, a Puenteaereas (Galicia) a jugar el campeonato de España sub 17. Y a raíz de eso, pues estuve un par de años en Ávila y me llamaron para ver si quería ir a jugar con ellos, para probar otras cosas nuevas. Y yo me tiré a la piscina de cabeza, dije que sí. Que fuera lo que sea, que podía ir bien o mal, pero por probar cosas nuevas no pierdes nada. Mis padres me dijeron que la decisión estaba en mi mano y que hiciera lo que quisiera. Entonces dije: de cabeza. No conocía a nadie y dije: por probar cosas nuevas y conocer a gente nueva no pierdo nada.
¿Y con los estudios?
Hemos cambiado todo a Galicia. Y al fin y al cabo, puedes compaginar todo: deportes, estudios, salir por ahí un rato, dar una vuelta… se puede compaginar todo. Si estás bien organizado, se puede compaginar todo, o sea, en eso no hay ningún problema.
¿Y tu familia se ha ido también contigo o te ha ido tú sola?
Me dijeron: “Tienes que vivir la experiencia, que es una, y no sabes si se puede volver a repetir o no”. Y mis padres y mis hermanos se quedaron aquí en Ávila. Yo me subí el 10 de septiembre a Galicia. Sí que han hecho alguna visita, pero poquitas. Yo ya bajaba en Navidades, Semana Santa y vacaciones.
¿Echas de menos a Ávila?
No, no, no. La verdad es que no. A ver, por una parte, a mi gente, a mi club antiguo, mis compañeros y a mi familia, los echo de menos, pero por otra, hay que conocer mundo.
¿Qué te dijeron en el antiguo club cuando te marchaste?
Me dijeron que viviese la experiencia, que es una, y que si me podía ir fuera de Ávila, que es una ciudad pequeña, practicando un deporte pequeño, aunque va a seguir siendo un deporte pequeño fuera, pero hay otras comunidades que suelen ser más grande. Galicia es una de las comunidades con más equipos. Me dijeron: disfruta, vive la vida y pásalo genial, que si de verdad te gusta, vete. Y así lo hice.
¿Cuándo descubriste que te gustaba tanto este deporte y cómo fuese descubrimiento?
Con cuatro años, porque mis padres no querían que hiciera un deporte común, como puede ser baloncesto, fútbol o natación. Me dijeron que tenía que probar cosas nuevas y probar deportes nuevos.
Y en una carrera de atletismo popular de Ávila, mis padres conocieron a Miguel Ángel, uno de los de la directiva del Club Vettonia; se documentaron y les dijeron que tenían una escuela de patinaje en Ávila. Nos apuntaron a la escuela a mi hermano y a mí con cuatro y seis años. Nos gustó mucho y hasta que nos dieron un stick y una bola, y dijimos: de aquí no salimos.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te has enfrentado a lo largo de todos estos años?
Las mayores oportunidades han sido poder ir a los campeonatos de España con el Club Vettonia, también que me llamaran para un equipo de segunda división femenino porque no es masculino, ya es femenino. ESO supone dar visibilidad a este deporte. También salimos todos los días, porque ahora jugamos un fin de semana en Galicia y un fin de semana fuera. Además, el plantear los entrenamientos, los partidos, que el entrenador diga: "Este partido lo vamos a ganar, pero a ver cómo se juega..." Era un reto.
El ir a entrenar y cómo voy a hacer el entrenamiento, cómo voy a jugar, a ver si ganamos o a ver qué pasa.
Y luego los prejuicios también, porque al deporte femenino también se le tiene que dar valor porque hay mucha gente que no sabe ni de lo que le hablas. Entonces, que haya mucha gente que conoces que diga: es que las chicas vais por la cara. No, nos tienen que dar las mismas oportunidades, todos somos igual, si queréis igualdad, todos por igual.
O sea, que reivindicáis ser merecedoras de las mismas oportunidades para poder acceder al éxito o al fracaso como cualquiera
Exacto. Por ejemplo, en el OK Plata Masculina, en la segunda división masculina, sí que suele haber dos árbitros, pero en la femenina suele haber uno. Eso no, porque o todos o ninguno, o dos o uno. Entonces intentamos reivindicar que haya la misma igualdad tanto para chicos como para chicas.
¿Qué más diferencias hay dentro de esta misma liga en la que tú compites?
La potencia. Hacemos un partido y por potencia nos ganan los chicos, por fuerza. Al fin y al cabo es el sexo. No tiene nada que ver un chico con una chica, porque tienen más potencia y más fuerza. Pero lo mismo en agilidad. Muchas veces en agilidad las chicas son más rápidas, pero en potencia y fuerza, los chicos están ganados.
También hay un tema pasivo de tiempo determinado, jugando la bola en el otro campo Y ellos detrás de la portería tienen los marcadores, las chicas en esta liga nos los tenemos. También tienen que estar los clubs pagando un dinero para que se pueda ver en YouTube el partido. Y a los chicos muchas veces los dan subvenciones para que puedan promocionarse, además de los patrocinadores que suele haber más chicos que para chica en las chicas. Los entrenadores tienen que estar todo el día de allá para acá y dejar su trabajo para poder encontrar patrocinadores para tener dinero para viajar, material y para todo.
¿Cómo te planteas el futuro y qué es lo que te motiva un poco a seguir hacia adelante?
A día de hoy yo seguiré en la liga en la que estoy. Ir superándome día a día, que es lo más importante, con esfuerzo, trabajo y constancia, porque si no, no se llega a ningún lado. Y sobre todo intentar dar lo mejor de mí para que otros equipos puedan llegar a llamar y poner mucho de mi parte, porque si no pones de tu parte, nadie va a poner por ti.
Este año voy a estudiar el Grado Medio de Auxiliar de Enfermería en Galicia, en un pueblo al lado del mío. Y nada, a disfrutar, porque me gusta auxiliar de enfermería y, al final, si no estudio, me voy a mi casa.
¿Qué consejo le darías a otras chicas que estén pensando en practicar este o cualquier deporte?
Que si tienen un sueño, continúen con ese sueño, porque que antes o después puede llegar. Al fin y al cabo, si le pones constancia, trabajo y esfuerzo, va a llegar. Mi sueño siempre ha sido jugar en una alta liga, como ha sido este caso, aunque es segunda división, pero dentro de lo que hay, sí que es alta. Y también les diría que disfruten, que den todo lo que puedan de ellas y que adelante. Que las cosas, si quieres, se puede.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.41