Corría el año 2010. “Eso de las criptomonedas” se parecía más a un chiste que a una realidad y solo unos pocos aficionados de Internet entendían realmente de qué se trataba. Entre ellos, un ingeniero de Jacksonville (Florida), Laszlo Hanyecz.

En aquel momento no se lo imaginaba, pero Hanyecz estaba a punto de pasar a la historia por ofrecerle a otro usuario 10.000 Bitcoins por dos pizzas grandes de Papa John's. En ese momento, su valor era de unos 41 dólares.

Hoy, catorce años más tarde, esos 10.000 BTC valdrían más de 500 millones de dólares. Laszlo Hanyecz asegura que no se arrepiente de la transacción, ya que, según él, ayudó a convertir ese “dinero de Internet” en algo físico del mundo real: sus dos pizzas.

Más allá de su punto de vista particular, es real que es muy difícil conocer cuál es el mejor momento para comprar Bitcoin, ya que su volatilidad es alta. A lo largo del camino hasta su cotización actual el BTC ha tenido períodos de alzas, estancamientos y bajadas profundas. Sin embargo, no por eso ha perdido su atractivo para los inversores.

La forma más fácil de comprar Bitcoins: La compra directa

La forma clásica de adquirir Bitcoins es a través de la compra directa. Esto implica entrar a una página de intercambios como puede ser eToro, Binance, Coinbase, Kraken u otras para convertirte en propietario de la criptomoneda.

El primer paso para estar habilitado a operar en un exchange es hacer una cuenta propia. Es probable que el proceso de registro sea un poco largo, ya que incluye varias preguntas y algunos pasos vinculados a los procedimientos KYC (Know Your Customer).

Las páginas web que ofrecen estos servicios están obligadas a hacer algunas preguntas sobre el origen de los fondos que se van a depositar, para prevenir el lavado de activos, por ejemplo. Por eso, también es posible que completar el registro lleve algunos días hasta que el proveedor haya comprobado tu identidad.

Una vez finalizado el procedimiento, llega el momento de la compra. Los usuarios se dirigen a un listado presente en el exchange y buscan la criptomoneda que desean comprar dentro de ese listado. Vale aclarar que no todas las plataformas tienen la misma cantidad de criptomonedas, algunas pueden tener entre 150 y 200 opciones, mientras que otras tienen más de 4.000.

Compra P2P

La compra de criptomonedas P2P (peer-to-peer) les da la posibilidad a los usuarios de cambiar monedas directamente entre unos y otros, usando plataformas especiales para esta modalidad de intercambios.

El P2P es especialmente conveniente para personas que se encuentran en países donde la moneda corriente no es el euro, el dólar o algunas de las otras monedas comúnmente aceptadas para pagos en internet, como la libra esterlina, el dólar canadiense, el dólar australiano o el yen japonés.

Además, esta modalidad de transacciones no está afectada por las restricciones normativas de ciertos países que sí afectan a los exchanges. La cantidad que dos usuarios pueden intercambiar solamente está limitada por los fondos que ambos tengan. Es decir, se puede cambiar un monto pequeño de unos tres euros hasta cantidades muy elevadas.

Wallets: El paso siguiente después de comprar

Después de adquirir las criptomonedas hay que almacenarlas en algún sitio. Ese lugar es una billetera criptográfica o wallet.

A menudo las plataformas tienen su propia wallet, donde se puede dejar los fondos durante tiempo indeterminado. Sin embargo, esto no es lo más recomendable porque se trata de billeteras calientes, es decir, que tienen conexión permanente a Internet. Eso las convierte en un blanco para personas con malas intenciones.

En cambio, es mucho más conveniente usar una billetera fría. Las más comunes son las billeteras de hardware, una especie de pendrives que se conectan únicamente para verificar las transacciones y después permanecen, literalmente, en un cajón.

CFDs de Bitcoin: ¿Qué son y para qué sirven?

La sigla CFD viene de “contracts for difference”. Estos contratos por diferencia son un derivado financiero que permite exponerse al movimiento (ascendente o descendente) de un activo, sin poseerlo realmente.

Concretamente, es un instrumento de alto riesgo, mediante el cual las personas hacen una apuesta sobre el precio futuro de un activo, cualquiera sea. Es decir, se intenta predecir el precio futuro de una materia prima, una criptomoneda o una acción en un tiempo determinado. 

Un ejemplo práctico

Pongamos un ejemplo: Un inversor adquiere 5 contratos de CFDs al valor actual del BTC, cada uno con un valor de 10€ por punto. Si el precio sube 1 punto, gana 50€ (5 contratos x 10€). Si en cambio el valor del BTC baja 1 punto, va a perder 50€. La ganancia/pérdida final dependerá de la diferencia de precio entre la compra y la venta.

Siempre conviene tomar cada decisión con seriedad, dado que los CFDs son apalancados, lo que aumenta el riesgo y las posibles ganancias/pérdidas. Además, como lo comprobó Laszlo Hanyecz en la anécdota que contábamos más arriba, el Bitcoin es sumamente volátil.

ETF: La novedad en el mercado cripto

Los ETFs son fondos cotizados que permiten a los inversores exponerse al precio del BTC sin tener que hacer la compra directa ni adquirir una billetera criptográfica para guardar sus activos.

Estos fondos se cotizan en bolsas tradicionales. Es decir, para el inversor es lo mismo que comprar una acción. Es una unidad que representa el valor de una fracción del BTC y así permite la exposición a su crecimiento elevado sin tener que adquirirlo directamente.

Aunque los exchange-traded funds (ETFs) están entre nosotros hace bastante tiempo, los ETFs de Bitcoin son una auténtica novedad. En enero de este año la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) aprobó 11 fondos cotizados en bolsa basados en el precio al contado de Bitcoin. 

Esto sentó un precedente para otras monedas. Los ETFs de Ethereum al contado también fueron aprobados recientemente, abriendo la negociación de ETH en Wall Street, aunque sea de forma indirecta. Otra que se ha apuntado a tener su propio fondo cotizado es Solana, aunque los analistas del sector prevén que a SOL todavía le queda un largo camino por recorrer.