Los delitos por los que se le acusan ocurrieron entre 2014 y 2016 en Arenas de San Pedro, donde residía la familia. Mientras la víctima tenía entre 10 y 12 años, el padre de la menor llevó a cabo numerosos actos de carácter sexual, valiéndose de la situación de superioridad que le otorgaba su condición de padre, según ha defendido el fiscal durante la celebración de la vista oral celebrada en la mañana de este miércoles en la Audiencia Provincial de Ávila.
El padre, que ha comenzado su declaración sin recordar las fechas de nacimiento de sus tres hijos y esgrimiendo alguna risa durante la declaración de su hija, se ha declarado inocente, negando unos hechos en los que, según ha narrado la menor, sucedían mientras la madre estaba trabajando.
En la cama y en la ducha
En concreto, aprovechando que toda la familia dormía junta en una cama colocada en el salón del domicilio debido a la falta de calefacción en la vivienda, se metía en la cama cuando la menor se encontraba acostada, para frotarse contra ella.
También, el acusado se metía con ella mientras se duchaba, aunque según el acusado, ambos con ropa interior, donde también abusó de ella y, según la víctima, con acceso carnal en alguna ocasión.
La menor, ahora con 20 años de edad, denunció el delito en 2022; un año después de animar a su madre a denunciar al hombre, ahora acusado, por violencia de género. Y es que, como se ha podido conocer en el juicio, el hombre adoptaba actitudes violentas hacia los cuatro miembros de la familia debido a su consumo de alcohol.
Una situación que derivó en dos órdenes de alejamiento para la madre y los tres hijos que tenían en común, entre ellos, la víctima. Además de comenzar con el programa de la Junta de Castilla y León para atención a las víctimas de violencia de género, que incluye atención psicológica.
Después de las testificales del acusado, la víctima, la madre y expareja del acusado, así como de los psicólogos que atendieron a la menor durante los años de terapia y la trabajadora social, para el ministerio público ha quedado acreditado el delito de abuso sexual continuado a la entonces menor. Además de la agravante específica que le imputa por parentesco, ya que el hombre se valió de su condición de padre para perpetrar los hechos.
Sin ánimo de venganza
Además, considera que el relato de la joven ha sido claro, persistente y no influenciado ni motivado por otras cuestiones. Y es que, tanto los informes psicosociales como las testificales de madre e hija ponen de manifiesto que la denuncia no viene justificada venganza, pues incluso, la menor ha argumentado su miedo a denunciar por temer posibles represalias del hombre hacia su madre y sus hermanos.
La defensa pide para el padre la libre absolución al considerar que no se ha producido ningún abuso, alegando la separación de sus progenitores como motivo de la denuncia. Además de la discusión que se produjo entre padre e hija como consecuencia de un vídeo que la menor subió a redes sociales en el que aparecía en pantalón corto. Algo que no fue del agrado del padre, que intentó reprender su actitud contándoselo a las hermanas de su expareja y madre de la víctima.
El hombre se ha declarado inocente en su derecho a la última palabra. Y el juicio ha quedado visto para sentencia.
abulenseA | Miércoles, 10 de Julio de 2024 a las 19:55:19 horas
Cadena perpetua, es lo que se merece por un delito como este.
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