Y es que antes de que a finales del ese siglo fuese desarrollar la vacuna contra esta enfermedad, el médico cucharero que inoculó una preparación contra la viruela a 223 vecinos del pueblo, una localidad que, a diferencia de las demás, no sufrió tantas bajas en una pandemia que azotó el mundo y que dejó 35 muertos en Pedro Bernardo.

La historia de Joseph Sánchez-Gallardo, hermano de otros dos médicos de la época que ejercieron en la localidad, ha salido ahora a la luz gracias a la investigación de un vecino, Pedro Granado, cuando investigaba sobre la genealogía de su familia y halló que, en publicaciones de 1787, de España y Francia, se había reflejado el caso de Pedro Bernardo, una isla en la pandemia de viruela de entonces. 

El adelantado doctor no tenía reconocimiento alguno hasta la placa que luce ahora en el consultorio médico de Pedro Bernardo y una calle que lleva su nombre.