Se trata del segundo incremento que se aplica al precio base de licitación, después de que el Ayuntamiento lo incrementase en 30.000 euros hasta alcanzar los 437.140 euros. 

A pesar del primer aumento, la licitación quedó desierta, por lo que ahora el Consistorio abulense estudia la posibilidad de aumentarlo otros 40.000 euros “para intentar solventar esa situación del servicio que presta el consistorio a abulense”, tal como ha manifestado el portavoz del equipo de Gobierno, José Ramón Budiño. 

A pesar de este escenario, se espera que no provoque retrasos en el inicio de curso y matriculaciones “porque con ese estudio que se ha hecho durante esta semana y ese esfuerzo también económico del Ayuntamiento, esperan que se demore lo mínimo posible para que se pueda dar el servicio con la mayor de las normalidades”, según el portavoz. 

“Desde el equipo de gobierno no hay mayor certeza para todas las familias implicadas y mayor ánimo de poder normalizarlo que, dentro de la capacidad económica del consistorio, buscar soluciones para que se pueda seguir manteniendo ese servicio”, ha manifestado Budiño.