A los investigados se les considera presuntos autores de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsificación de documento privado, en el marco de cuatro operaciones policiales que comenzaron a finales de 2023 y fueron explotadas en mayo.
La operación Mikasa se inició a mediados de noviembre de 2023. Una mujer denunció haber sido víctima de una estafa telemática, tras ser avisada por su sucursal bancaria de que en su cuenta había actividades inusuales, cuatro de las cuales no había consentido. El total del dinero sustraído ascendía a 5.980 euros.
Tras presentar la correspondiente denuncia, la Guardia Civil inició las unas investigaciones tecnológicas que concluyeron el 15 de mayo en Barakaldo (Vizcaya) con la localización, identificación e investigación de dos personas como supuestas autoras de las estafas telemáticas. Ambas se habrían adueñado del dinero a través de un conocido sistema de pago móvil que permite a los usuarios realizar transferencias instantáneas entre particulares, para destinarlo a una casa de apuestas deportivas online.
Inversiones en criptomonedas
La segunda operación, denominada Nikelondo, también arrancó a finales del pasado mes de noviembre, cuando el instituto armado supo, a través de una denuncia, que en julio de 2023 otra persona podría haber sido estafada cuando intentaba realizar inversiones en una página web de monedas virtuales, después de haber abonado 824 euros a un número de cuenta bancaria y no haber obtenido ningún beneficio al respecto, sin saber cuál ha sido el destino final de dicho dinero virtual.
Una vez puestas en marcha las correspondientes investigaciones tecnológicas, al Guardia Civil descubrió el pasado 15 de mayo que el supuesto responsable residía en Baracaldo (Vizcaya).
La tercera operación, denominada Becdrahíta, comenzó en diciembre de 2023, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de otra posible estafa telemática, mediante la denuncia de una empresa de construcción abulense, cuyos responsables se percataron de que podrían haber sido estafados, al proceder a pagar una factura a otra empresa, a un número de cuenta que no se correspondía con esa entidad.
Cambios en la factura
Por ello, el instituto armado inició unas investigaciones que descubrieron la presunta manipulación de la factura en cuanto al número de cuenta. Finalmente, el 16 de mayo las pesquisas concluyeron con la investigación de una persona de Irún (Guipúzcoa), por cambiar el número de cuenta bancaria en una factura y recibir el dinero en una cuenta propiedad del presunto autor. En este caso, se logró que el dinero estafado fuera devuelto a la empresa perjudicada, gracias a la pronta intervención de la entidad bancaria y el asesoramiento de la Guardia Civil.
La operación Caine se produjo a principios de 2024, cuando un hombre denunció una posible estafa ya que, al analizar sus movimientos bancarios, se percató de varios cargos sin su consentimiento por un total de 4.385 euros. Las investigaciones descubrieron que el supuesto autor era una persona con residencia en Vizcaya, cuya manera de actuar consistió en conseguir datos de acceso a la banca online del perjudicado de forma fraudulenta y posteriormente realizar operaciones bancarias de forma ilegal. Una vez identificado, fue investigado a mediados del mes de mayo, en Baracaldo (Vizcaya).
Estas operaciones policiales han sido desarrolladas por el Equipo "@" de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, con la colaboración de los puestos de Fontiveros, Cebreros y Las Navas del Marqués.
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