El evento comenzó el sábado con el traslado de la imagen de la Virgen del Espino desde la iglesia parroquial hasta la ermita en Santa María. Una vez en el pueblo, los festejos continuaron con la celebración de ‘el mayo’, un mástil de más de 15 metros que desafía a los vecinos, niños y jóvenes, a escalar hasta la cima. 

Gabriel Barroso fue el afortunado que alcanzó la cima este año, llevándose a casa un jamón como trofeo. 

El domingo, la romería sirvió como el punto de reunión para una serie de actividades religiosas y festivas, con estandartes y mayordomos encabezando la procesión junto con las autoridades locales al son de la música de gaitilla.