La actividad, que se desarrolló en la jornada del sábado de la mano de Nacho Sevilla y Felipe Nebreda, del equipo didáctico del centro, se ha enmarcado en las actividades programadas para la primavera en estas instalaciones.

La disciplina del rastreo permite detectar la presencia de animales sin necesidad de una observación directa, por lo que se vale de huellas, excrementos, restos de alimentación, plumas, egagrópilas... como elementos que permiten acercarse a un mayor conocimiento de la naturaleza.

Los asistentes a la jornada pudieron conocer las características generales de las huellas y rastros de los animales más frecuentes en el entorno abulense, la forma de interpretarlos, cómo obtener esas huellas en escayola… además de trabajar sobre otro tipo de indicios, como plumas, egagrópilas, excrementos... que permiten a los asistentes adquirir conocimientos básicos sobre esta disciplina.