Se trata del primer premio en la categoría de intervención en el territorio o en el paisaje en el año 2024. La obra se desarrolló desde 2009 a 2023.

El jurado del galardón señala que el molino constituye “el único vestigio completo de patrimonio industrial de Ávila”, suponiendo “un excelente ejemplo de cómo los molinos hidráulicos participaban en un sistema de control de las aguas que contribuía a mantener el equilibrio ecológico, social y económico de la zona”.

La intervención en el molino de la Fuente del Corcho se ha entendido como “un todo integral en el que confluyen un paisaje protegido (zona lugar importancia comunitaria), una arquitectura específica y un ingenio”, convirtiéndolo en un "monumento en sentido etimológico", ya que en él “se aúnan historia, tradición arquitectura e ingenio hidráulico-industrial”.

Colaboración vecinal

El trabajo es un “excelente ejemplo” de colaboración entre la iniciativa privada y la participación de la población, que ha ayudado y trabajado en distintas labores, considerando el resultado final de la rehabilitación como “algo propio que disfrutan, del que se sienten orgullosos y que comparten con amigos y visitantes”.

Todos ellos han trabajado durante 14 años en la recuperación de un molino harinero del siglo XVI y su entorno. Para ello, se han rehabilitado las edificaciones (molino y casa del molinero), así como el ingenio industrial, al tiempo que se ha recuperado el camino de acceso al molino, el manantial y la Fuente del Corcho y gran parte de la flora y la fauna. 

Asimismo, se ha reconstruido el caz, el socaz, los aliviaderos, el canal de agua desde la presa y se ha recobrado la funcionalidad de las praderas y su entorno, muy degradado por el abandono. 

De la misma forma, se ha recuperado el uso de las tierras; facilitado el tránsito ganadero; saneado la pradera, que recibe ganado que la abona y resiembra de forma tradicional.

Todo ello ha mejorado el aprovechamiento ganadero y reconvertido una zona abandonada y olvidada, en un lugar frecuentado por paisanos y visitantes. Para llevar a cabo este trabajo, los propietarios "han buscado la complicidad, no sólo de numerosos profesionales, sino también de los habitantes del entorno".

Según Hispania Nostra, estas actuaciones “han devuelto la vida a un lugar muy apreciado por su población”, convirtiéndolo en “un punto de encuentro que revitaliza la vida económica, social y cultural de la zona”.