Ante “la situación tanto nacional como internacional que atravesamos”, la asociación abulense se ha sumado a la declaración institucional de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) para denunciar “la situación que atraviesa a los periodistas en todo el mundo”, tal como ha detallado su presidente, José Pulido. 

Circunstancias como las guerras internacionales, con sociedades “muy muy polarizadas, con unos problemas enormes de falta de información, de desinformación y de bulos”, así como “unas situaciones profesionales y laborales que son bastante malas para la profesión”. 

Para reivindicar que “sin periodismo no hay democracia”, la asociación se ha valido de una escultura de José Antonio Elvira que simboliza la muerte de un ser humano, rodeado de elementos básicos que los profesionales de los medios utilizan como micrófonos o grabadoras. 

“Es realmente muy difícil porque esto no es nada nuevo, ha ocurrido siempre. Lo que sucede es que actualmente los medios de los que disponemos son tan potentes que multiplican esos bulos, esa falsa información, a todos los niveles. Es lo que cada vez hace más difícil diferenciar lo que es cierto, de lo que es falso. Es cada vez más difícil”; ha manifestado Pulido. 

"Hay muchísima información que no es periodismo"

“Hay muchísima información que no es periodismo, que no se contrasta, que surge con intereses que no conocemos. El periodismo tiene que dar una información veraz, verificada, contrastada y, sobre todo, lo más importante, que sea lo más cierta posible, luchar contra eso es trabajo que tiene una tarea fácil, pero realmente pone de relieve la importancia que tiene ahora mismo la profesión periodística y la libertad de la prensa”, ha reivindicado el presidente de la asociación abulense. 

Las demandas de los periodistas en un día como hoy pasan por solicitar “a los grupos políticos que acaben con la crispación que reflejan en sus actuaciones y declaraciones, y que terminen con los ataques a la prensa y a los periodistas para acallar las voces críticas”. 

Asimismo, los periodistas advierten “del peligro que suponen para la sociedad, la divulgación de discursos de odio que fomentan esas actitudes”. Y piden “a los grupos y a las instituciones que hagan siempre información veraz desde sus gabinetes de comunicación y no difundan noticias falsas o manipuladas en función de sus intereses”, porque “si la obligación de los periodistas es preguntar y repreguntar, la de los dirigentes políticos y representantes públicos es la de someterse a las preguntas de los profesionales de los medios de comunicación”, denunciando “determinadas prácticas antidemocráticas, como los señalamientos, el acoso online, la exclusión de medios y periodistas de convocatorias, las comparecencias sin preguntas y los intentos de imponer preguntas".

También piden a los profesionales de los medios que “cumplan los principios éticos y deontológicos que rigen nuestra profesión y que no difundan mentiras, bulos o cualquier información que no haya sido confirmada y contrastada", así como que “ejerzan la función de control de los poderes y que eviten el contagio de la polarización política", lo que "implica estar vigilantes y ser críticos con lo que hacen los gobernantes y no colocarse en trincheras de uno u otro lado prescindiendo del principio de que el periodismo debe lealtad a los ciudadanos, a los que debe informar”.