Robles repite por segundo año en la procesión que recorre las calles de la localidad y durante la que se ofrecen rosquillas a los más pequeños para que reciban la bendición del Cristo.

Robles se ha mostrado agradecida por el recibimiento de los raneros: “Ávila y sus gentes son muy especiales para mí y por eso, es un orgullo poder acompañarlos hoy y compartir sus costumbres y tradiciones”, ha dicho la que fue diputada por la provincia.

“Para nosotros siempre es un honor recibirla, su naturalidad y cercanía hacen que los vecinos la acojan como una más, algo que queda claro con las innumerables muestras de cariño que le han trasladado los vecinos”, ha expresado el alcalde, Manuel Arribas.

La ministra ha conocido algunos de los proyectos puestos en marcha del Ayuntamiento, como el nuevo gimnasio municipal o la remodelada pista de pádel, o las obras que se van a llevar a cabo en la Plaza Mayor, que comenzarán en las próximas semanas.