La nieve y lluvia de la noche y las primeras horas del domingo han obligado a los cofrades a proteger, en la ermita del Resucitado, las imágenes del Santísimo Cristo del Resucitado y de Nuestra Señora del Buen Suceso, para su traslado a la iglesia de la Sagrada Familia. No ha habido los tradicionales recorridos, por separados, de cada una de ellas, y a las 10,45 horas, todo estaba previsto para el encuentro ante el altar del templo.

Para que se acomodasen los asistentes, que han llenado el templo, se ha demorado el momento en que los integrantes de la Cofradía del Santísimo Cristo Resucitado y Nuestra Señora del Buen Suceso han retirado el velo negro a la virgen, momento simbólico, sin música ni cohetes, que ha precedido a la eucaristía. El párroco, Juan Gomendio, ha destacado la suerte de que hayan llegado las imágenes a la parroquia y ha llamado a celebrar el encuentro como otros años, como si hubiera sido en la calle.

Con la misa concluida, la procesión ha partido, también con los estandartes enfundados en plásticos, con la música de gaitilla y tamboril abriendo el recorrido, que ha decidido acortarse. Cristo Resucitado y Nuestra Señora del Buen Suceso han llegado a la glorieta dedicada a Medinaceli, ante la iglesia de San Antonio, donde la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli han efectuado una ofrenda en forma de un ramo de flores.

Desde allí, la procesión, en vez de seguir el recorrido tradicional por el paseo de la Estación hacia el centro de la ciudad, ha tomado camino hacia la ermita del Resucitado donde el entorno se viste de fiesta siguiendo la tradición de una romería, donde se degusta hornazo y se asiste a una popular subasta de productos, si bien en esta jornada la lluvia y la nieve han deslucido el día, con poca asistencia ante las inclemencias meteorológicas.