Según Pato, esta situación “pasó en el puente de la Constitución, pasó en Navidades y pasa en Semana Santa”. “La improvisación y falta de planificación a la hora de ejecutar obras a troche y moche hace que los abulenses tengan que celebrar las grandes fiestas con incomodidades y los turistas que nos visitan, llevarse la visión de una ciudad patas arriba", apunta.

En este contexto, vaticina que esta situación “se va a agravar a las puertas de las jornadas festivas de la Semana Santa”, durante las cuales se espera que la afluencia de visitantes “se disparará en un centro histórico que presenta un estado caótico".

Dice que su grupo lleva “meses advirtiendo de lo que podía ocurrir y, por desgracia, ha ocurrido", fruto de "los continuos retrasos en la ejecución de las obras" y de la "falta de organización de las licitaciones, que dan lugar a que la ciudad siga destartalada para los vecinos y dando la peor imagen a los turistas que llegan en Semana Santa". 

Corte de calles

Como ejemplo, habla del "corte por obras" de calles "tan principales” del casco histórico como las de El Tostado o Reyes Católicos, lo que “dificulta la movilidad, perjudica a los negocios y da mala imagen a los turistas, que ven que las procesiones transcurren entre acopios y casetas de obra en algunos puntos de sus itinerarios".

En su opinión, a todo ello se suma el "caos circulatorio" y los "numerosos problemas para peatones", como "el peligroso desvío” de plaza del Ejército a Comandante Albarrán, “cuya provisionalidad en el vallado, unido a la afluencia, es la peor combinación posible".

En esta línea, recuerda que en la Comisión de Urbanismo el PP habló de la necesidad de recoger en los pliegos de cláusulas de licitación de obras “la obligación de paralización de estas y la retirada de todo elemento auxiliar en caso de coincidir con los recorridos de las procesiones”. Se trata, según Pato, de una medida aplicada “en ciudades que sí protegen su proyección turística vinculada a la Semana Santa".

A todo ello, el portavoz municipal del PP suma lo que a su juicio debería ser "una mejor gestión política de las obras de la ciudad", ya que "las advertencias respecto a plazos de ejecución" es "casi una constante" que el teniente de alcalde de Urbanismo y el concejal de Obras "ignoran de manera reiterada". A juicio de Pato, lo que necesita Ávila es “previsión, planificación y la vista puesta en el futuro, para prosperar".