La lluvia y el granizo que cayó por la mañana (más de cinco litros por metro cuadrado) dejó una tarde que soltó algunas gotas, pero que no hizo temer por la salida, visto que la previsión de nieve apunta al martes. Eso sí, los termómetros cayeron y eso desanimó a que acudiese tanta gente.

A las 19 horas partió la procesión de la Esperanza de la iglesia de San Juan, ante una plaza abarrotada para observar la salida de las imágenes de Nuestra Señora de la Salud en su Prendimiento y de Nuestra Señora de la Esperanza, sobre todo en esa laboriosa tarea de montar los palios que efectúan los braceros. Faema Salud Mental ha contado este año con el honor de ser bracero de honor y realizar la primera levantá del paso del Señor.

Hasta una hora después no se ha despedido la procesión de San Juan, después de las petaladas que han volado en la calle Blasco Jimeno, mientras que la del Santísimo Cristo de la Ilusión salió a las 20,15 horas, media hora antes que otros años, desde la ermita de Las Vacas, con una compleja labor para sacar la imagen, para emprender rumbo con la mirada puesta en la plaza de la Catedral.

El paso de la Virgen ha mostrado en torno a los respiraderos y alrededor de todo el paso el texto grabado de la ‘Salve’, en una comitiva que también ha estrenado los ocho ciriales que van delante de los dos pasos gracias a una donación de la Peña Jóvenes Salud y Esperanza, y además de seis candeleros de la virgen.

En la procesión del Cristo de la Ilusión han estrenado cuatro ciriales en madera y metal con un baño de plata a juego con las andas.

Las obras en las calles han alterado ligeramente la procesión de la Esperanza, que no ha podido transitar por la calle Reyes Católicos y hacer su tradicional estación de penitencia ante la ermita de Las Nieves, que ha cambiado por la iglesia de Mosén Rubí.

El público fiel al encuentro ya estaba en la plaza de la Catedral antes de las 22 horas, cuando ha llegado Jesús de la Salud, que ha sido colocado a la puerta del templo catedralicio. Después, por la calle Tomás Luis de Victoria, la Virgen de la Esperanza, dejando caer pétalos a su paso, y más tarde, el Cristo de la Ilusión, para dar paso al encuentro, a las 22,44 horas, y a la firma que lo certifica por parte de ambas cofradías. El baile de ambos pasos es el momento clave bajo el sonido de ‘La saeta’, que acaba con una reverencia de la madre ante el hijo crucificado y, por supuesto, con una ovación de los presentes.

Antes de cada cofradía siguiese su itinerario, “una levantá por las dos cofradías, para que sigamos teniendo este vínculo tan bonito, y sigamos repartiendo ilusión y esperanza junto a nuestro padre de la salud. ¡Vámonos al cielo!”. VER PROCESIONES DEL MARTES SANTO EN ÁVILA.