A los nueve detenidos en estas dos operaciones se les considera supuestos autores de varios delitos de contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. En los registros practicados se han incautado un total 1.520 plantas de marihuana en avanzado estado de floración; pantallas de luces led; incandescentes de 600 vatios; proyectores de luz; termostatos; grupos electrógenos y aparatos de aire acondicionado.

En torno al pasado mes de septiembre, la Guardia Civil, dentro de sus labores de prevención del tráfico y consumo de drogas, detectó conductas "sospechosas" de varias personas en las comarcas del Valle del Tiétar y La Moraña, de ahí que se pusieran en marcha, casi de forma paralela, dos operaciones denominadas Pancorbo y Armillaria, que incluyeron gestiones, investigaciones y vigilancias, para tratar de determinar dónde se podrían estar cometiendo este tipo de hechos delictivos.

Como consecuencia de las pesquisas llevadas a cabo, se localizaron dos posibles plantaciones: una en un chalet ubicado en una urbanización de Maello, y otra en una nave industrial situada en un polígono de Piedralaves.

Alfombra de púas en el suelo

Finalmente, la Guardia Civil decidió explotar las dos operaciones el de febrero y el 1 de marzo, realizando dos registros domiciliarios, una vez obtenidas las correspondientes autorizaciones judiciales.

En dichos registros se incautaron de un total de 1.520 plantas de marihuana en avanzado estado de floración y diversos objetos, como pantallas de luces led; incandescentes de 600 vatios; proyectores de luz; termostatos; grupos electrógenos y aparatos de aire acondicionado, para mantener las plantaciones para recrear las condiciones de luz, calor y humedad. Asimismo, fueron puestas a disposición judicial, en calidad de detenidas, un total de nueve personas.

En la vivienda de Maello había instalado un laboratorio indoor (interior) de marihuana, mientras que en la nave industrial, los presuntos autores contaban con "sofisticadas" medidas de seguridad, como sistemas de alarmas en remoto con las correspondientes cámaras de seguridad.

Además, en este último caso, la finca se encontraba "totalmente alfombrada con tablas repletas de púas oxidadas", de unos ocho centímetros aproximadamente, que sobresalían camufladas entre el barro y la vegetación para causar daños graves a las personas que intentaran acceder al interior.

Asimismo, tanto la vivienda como la finca contaban con sofisticadas conexiones al servicio público de alumbrado, ya que poseían el sistema eléctrico manipulado, con el objetivo de para obtener energía de forma fraudulenta, enganchándose a la red pública.

Estas dos operaciones han sido desarrolladas por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ávila.