Desde hace unos años dentro de los medios de la Junta para hacer frente a las nevadas, las turbinas quitanieves son herramientas muy eficaces para eliminar gran cantidad de  nieve de las carreteras, dado que son rápidas, versátiles y pueden utilizarse en una variedad de superficies, aunque son equipos caros que pueden dañar la superficie de la carretera si no se utilizan correctamente.

También conocidas como sopladoras de nieve o quitanieves rotativos, funcionan mediante un sistema de rotor que gira a alta velocidad y expulsa la nieve a un lado de la carretera.

Estas máquinas están compuestas por un rotor, con cuchillas o paletas que giran a alta velocidad, recogiendo la nieve y lanzándola a un lado; una carcasa que protege el rotor y otros componentes mecánicos; una tobera, que controla la dirección y la distancia de la nieve expulsada; y un sistema de accionamiento, con un motor que proporciona la energía necesaria para mover el rotor.

El sistema funciona cuando la turbina se coloca en posición y se activa el motor, de tal modo que el rotor comienza a girar a alta velocidad, recogiendo la nieve; mientras que las cuchillas o paletas del rotor lanzan la nieve a un lado de la carretera en la dirección deseada.

La complejidad de su utilización se debe a que no debe activarse la turbina a una velocidad excesiva, ya que esto puede dañar la máquina o la superficie de la carretera, y que se debe prestar atención al entorno y extremar el cuidado al usarla cerca de obstáculos como árboles, postes de luz o señales de tráfico.