Un complejo rural, junto a un lugar emblemático de Arenas de San Pedro, está de "bodas de brillantes" en el sur de la provincia de Ávila, situado en el paraje conocido como Los Llanos. Esta finca se encuentra dirigida por Francisco Torres, la tercera generación después de que su abuela, Josefina de Paz, adquiriese el templo. El negocio funciona desde hace más de dos décadas.

El templo debe su nombre a la ardua tarea que se realizaba en esta zona de la provincia, donde sus habitantes se dedicaban a labrar el hierro de las minas que había al otro lado del río Arenal, según explica Torres.

"Lo que realmente hace especial a este paraje es el entorno en el que se conservan perfectamente las ruinas de la que fue la iglesia de las Ferrerías", convirtiéndose en "un espacio especial y con mucho encanto para la celebración de bodas y eventos íntimos", también tras las paredes de este curioso lugar, tienen lugar reuniones de amigos o familiares.

Según el propietario, "lo más llamativo del lugar es su torre que, junto a sus paredes, abrazan un espacio señorial y elegante, cuyo interior va en consonancia, dotando al complejo de un encanto especial, sin perder esa esencia del pasado".

La iglesia se levantó a mediados del siglo XIII con materiales humildes como canto rodado y 
ladrillo, en un estilo gótico no muy temprano. Hace una década se realizó "una pequeña intervención para que, respetando íntegramente su esencia, el inmueble se convirtiera en un espacio para la celebración de 
bodas civiles y otros eventos familiares y empresariales".

"Hasta el día de hoy, han sido decenas las bodas con encanto celebradas entre sus muros y cientos de peregrinos y paseantes los que siguen  maravillándose de su sencillez belleza", según relata el propietario. La ermita de los Llanos es una casa rural, compuesta de dos espacios, la iglesia, que data del siglo XIII, con dos alojamientos y una casa en la que se acogen hasta 12 personas.